Pueden aprovecharse para hacer refrescos exquisitos las peladuras de naranjas dulces.
Para esto se ponen las cáscaras de doce naranjas en un litro de espíritu de vino que tenga 36 grados. Se tienen en maceración por espacio de tres semanas, y transcurrido este tiempo puede emplearse para refrescos a razón de una cucharada pequeña de esencia por vaso de agua, agregándole azúcar al paladar.