Venden en algunas tiendas de ultramarinos pasta de anchoas, preparada y a propósito para estos emparedados.
Para hacerlos se tienen las rebanadas cortadas y sin ponerles nada más.
Se mezcla en partes iguales la pasta de anchoas, con mantequilla fina, batiendo bien en un plato las dos cosas, hasta obtener una masa compacta y de un color ligeramente sonrosado. Si gustan más o menos las anchoas se aumenta o disminuye la proporción con la manteca y, untando con esta pasta las rebanaditas, se unen y sirven.