Se tiene el bacalao hecho trozos y en agua por espacio de dos o tres días, para desalarlo; luego se limpia de piel y espinas, para picarlo muy finamente y rehogarlo mezclado con perejil y ajo muy picados.
Después de darle una vuelta a la mezcla, en aceite, se le añade leche y harina, moviéndolo mucho, a fuego lento, hasta formar una pasta espesa, que se vuelca en la fuente para que se enfríe, y hacer después las croquetas, como todas.