Para hacerlo con agua se procede de la misma manera que para hacerlo con leche, pero se cocerá más tiempo; debe hervir de veinte a treinta minutos.
Como mejor resulta el chocolate es preparándole la noche antes, y, una vez hecho con agua, se deja hasta el día siguiente. Se hierve de nuevo al ir a tomarlo, y el reposo le habrá concentrado, adquiriendo finura, suavidad y delicadeza al hervir otra vez.
Si se desea un chocolate aún más exquisito, se hace con agua al tiempo de ir a servirlo, como se ha explicado primeramente, y al separar la chocolatera o cacerola de la lumbre se le añade, por cada jícara de chocolate, una cucharada pequeña de leche condensada, de la que se vende en latas; esta leche, así agregada, hace que resulte suave y agradable; mas si se ha de hacer esta operación, conviene poner, no una pastilla de chocolate para cada jícara de agua, como es lo usual, sino menos cantidad, o sea tres cuartas partes de pastilla por medida de agua.