Teatro y cine - El Renacimiento
LA "COMEDIA DEL ARTE" EN EL IMPULSO DE LO POPULAR
La libertad en las formas teatrales, como en la Edad Media, nos ofrece un fenómeno teatral de
vastísimas consecuencias. Paralelamente con los teatros cerrados y esmerados en servir a
"élites" más o menos interesadas en el verdadero fin del teatro que consiste en establecer
contacto con el público, se organizaron compañías que dieron forma y establecieron el actor
profesional. Los pueblos y ciudades situadas más allá de las fronteras italianas, recibieron el
sagrado esfuerzo e influencias. Es muy posible que esas compañías fueran producto, más que
de la degeneración de las formas cultas del teatro, de una rebelión mansa e intuida que tenía
como fin producir un arte que recogiera lo expresivo y espontáneo del mismo pueblo,
plasmándolo en actitudes de nuevos actores y haciendo que la imaginación vernácula diera
impulsos particulares a los asuntos gastados, aunque ingeniosos, de la comedia escrita. Así, lo
popular hizo que más actores recorrieran Europa y dieran normas a la comiquería
internacional, y que nacieran tipos característicos, paladines de una renovación que ha llegado
hasta nuestros días traducida en la brillante concepción del "ballet ruso".
