LITERATURA LATINA - Epoca de Augusto (42-14 A. DE J. C.)
QUINTO HORACIO FLACO
Nació el 65 a. de J. C. en Venusa, de un padre liberto, de fortuna modesta, que lo condujo el
54 a Roma. Habiendo pasado más tarde (43) a Atenas, adquirió una cultura literaria y
artística profunda y variada, y llevó a cabo estudios sistemáticos de filosofía moral. Tribuno
militar a las órdenes de Bruto, fue uno de los vencidos en Filipos. De regreso en Roma, trabó
amistad con Mecenas y se consagró a la composición de sus poemas. Falleció el 8 a. de J. C.,
pocos días después que su protector y amigo.
Las obras de Horacio, enumeradas según el orden probable de su composición, son las
siguientes: Sátiras, en dos libros; Epodos, los tres primeros libros de las Odas; el primero de
las Epístolas; el Canto secular; el cuarto libro de las Odas; las dos epístolas del libro segundo,
y, finalmente, la dirigida a los Pisones, llamada comúnmente Arte poética.
Las Sátiras o Sermones, como su autor las llamó, desarrollan temas muy variados de moral y
literatura. Los Epodos o yambos son composiciones de tono agresivo, en las que rara vez se
tratan asuntos más elevados.
Versan las Odas sobre mil diversos argumentos; el amor, la patria, los deleites de la vida
doméstica, las alabanzas de Augusto y de Mecenas, la religión, la brevedad de la vida, etc.
La mayoría son de tono menor e imitadas de los poetas de la escuela eolia (Alceo, Safo) y
otras, trasunto del gran lirismo griego, siguen las huellas de Píndaro en la elevación del
pensamiento y audacia de las imágenes. El Canto secular es un himno compuesto para ser
cantado por un coro de jóvenes de ambos sexos en los juegos solemnes en honor de Apolo y
Diana. Las Epístolas, género de poesía preferido por Horacio en los últimos años de su vida,
son, como las Sátiras, composiciones en tono familiar, escritas en hexámetros, pero con
mayor madurez y conciencia del propio arte. Tratan asimismo asuntos morales y de crítica
literaria, y en ellas expone el poeta su filosofía, que es la del justo medio, la moderación, la
cordura y el aborrecimiento de los vicios. La dirigida a los Pisones versa sobre ciertos
aspectos, formas y cánones de la poesía, en especial de la dramática. Menéndez y Pelayo,
que en su Historia de las ideas estéticas, en España hace un magistral análisis de esta obra,
escribe: "No anduvo tan ciega la tradición de los humanistas al llamarla Arte poética, así
como fue inocencia de algunos echar de menos en ella un orden doctrinal que no viene bien
a ninguna composición poética y que riñe con los giros caprichosos y errabundos del ingenio
de Horacio. Pero la doctrina está allí clara y patente, inflexible y severa, como en un código,
y reducida a versos de tono axiomático, con su sanción penal al canto, en forma de
agudísimos dardos satíricos. Casi todos los preceptos de Horacio son aforismos que
corresponden a leyes eternas del espíritu humano".
La poesía elegíaca está representada en la época augustea por tres nombres insignes: Albio
Tíbulo, Sexto Propercio y Publio Ovidio Nasón.
