LITERATURA LATINA - Epoca arcaica (240-88 A. DE J. C.)
LA POESIA - TERENCIO
TERENCIO (185-159), de origen africano, nos ha legado seis comedias: Andria,
Eunuchus,
Heauton timorumenos (El atormentador de sí mismo), Adelphi (Los hermanos), Hecyra (La
suegra) y Phormio. Los tipos y la trama de estas obras son los mismos que en las de Planto,
pero Terencio, que no en vano formó parte del círculo de Escipión africano el menor y de C.
Lelio, es más refinado que su antecesor y más perfecto literariamente, aunque desde luego
no tan original. En Los Adelfos plantéase el problema de si los hijos deben educarse con
indulgencia o severidad excesivas, para llegar a la conclusión de que el método adecuado
estriba en un justo medio.
La comedia togata, de asunto romano, fue cultivada primeramente por Titinio y, más
adelante, hacia las postrimerías de la época arcaica, por Atta y Afranio. Este nuevo tipo de
representación teatral, apenas conocido por algunos títulos y fragmentos, fue suplantado en
tiempos de Sila por la atelana literaria, a la cual siguió el "mimo" o parodia de los gestos,
palabras, etc., de alguna persona. Tales producciones adquirieron dignidad literaria gracias
al caballero Decio Laberio (105-42) y al liberto Publilio Siro, ambos contemporáneos de
Cicerón. Del segundo conocemos una colección de sentencias, notables por su severo
contenido moral.
La "sátira", más tarde cultivada por Horacio, Persio y Juvenal, fue creación de LUCILLO
(180?-103 a. de J. C.), nacido en Suessa Arunca (Campania). La forma de estos poemas cortos,
discursos o breves diálogos, constituía una verdadera innovación; el fondo se asemejaba a la
comedia aristofánica. Aunque de los treinta libros que Lucilio escribió sólo conservamos
fragmentos, puede decirse que en ellos estaban representadas las distintas clases de sátira:
política, moral y literaria.
