LITERATURA ESPAÑOLA - Siglos XII y XIII: de la época primitiva hasta Alfonso el Sabio
LA POESIA PRIMITIVA: JUGLARES, CLERIGOS Y TROVADORES
El poeta de espíritu individual que aspira conscientemente a hacer arte con sus propios
sentimientos, puede decirse que no aparece en las literaturas occidentales hasta Petrarca
(siglo XIV) y en la castellana posiblemente hasta Garcilaso, en el siglo XVI.
En los siglos anteriores, la misión del poeta es cantar temas y sentimientos comunes a toda la
sociedad o a la clase a que pertenece dentro de ella. La poesía se propone entretener a un
público determinado y en algunos casos informarle y educarle. De ahí que sea con frecuencia
anónima y que refleje antes que ningún otro género literario la multiplicidad de aspectos que
la civilización medieval presenta.
Se diferencian pronto tres tipos distintos de poetas: el juglar, el trovador y el clérigo.
El trovador es el poeta de las cortes feudales, de las clases altas, canta los sentimientos
amorosos, las aspiraciones y rivalidades de caballeros y damas, en versos que desde el
primer momento tienden a cristalizarse en formas artísticas fijas.
El clérigo, que en la Edad Media equivale a lo que hoy llamaríamos el intelectual, es el poeta
del monasterio, de la Iglesia, depositaria de la cultura tradicional. Escribe también con un
arte "estudiado" en "sílabas contadas".
El juglar es el poeta de todos, el poeta de la plaza pública que con frecuencia sube también a
recitar en palacios y castillos. Sin gran preocupación artística ni espíritu de escuela, viaja,
poeta ambulante, casi actor, recitando versos que
aprende de memoria, canciones y
fragmentos líricos o largas relaciones de hechos y sucesos, casi siempre históricos, que
interesan al pueblo. Es el poeta colectivo por excelencia. No parece poner gran cuidado, al
menos entre los juglares castellanos, en la regularidad métrica ni en los artificios del estilo.
Del trovador sale la poesía lírica, con su sede primitiva en las cortes de Provenza, que pronto
se extiende a otros países y en España se localiza en Cataluña y Galicia.
Del clérigo, la poesía que en la literatura castellana llamamos del Mester de Clerecía, cuyo
auge se alcanza en el siglo XIII, con la obra de Berceo y el Libro de Alexandre.
El juglar crea el Mester de Juglaría. El arte de los juglares es muy variado. No es siempre
posible separarlo de las otras formas -trovadoresca o de clerecía- a las que precede, pero su
campo preferido es el de la épica o poesía de las canciones de gesta, en las que el genio
castellano de la Edad Media, con el Poema de Mío Cid, produce la primera gran obra de la
literatura española e inicia una tradición de una enorme vitalidad literaria.