LITERATURA ESPAÑOLA - El Romanticismo (1808-1850)
LA PERSONALIDAD CONTRADICTORIA DE LARRA
LA OBRA LITERARIA: POESIA, TEATRO,
NOVELA. - Larra es un escritor precoz: otro
rasgo romántico. Antes de cumplir los veinticinco años era el periodista mejor pagado de
España. Es además un literato profesional. Vive de su pluma, escribiendo diariamente, a
diferencia de Martínez de la Rosa o Rivas -políticos,' diplomáticos, hombres de sociedad-,
para quienes la literatura es más bien un pasatiempo. Parte de la labor de Larra es
puramente mercenaria o de circunstancias: algunas poesías de verso torpe y ocho o diez
adaptaciones teatrales.
Es uno de los primeros escritores en ensayar las maneras del romanticismo en el drama
Aladas y la novela El doncel de don Enrique el Doliente, ambos de 1834, anteriores por tanto
a Don ¿1-varo. El drama y la novela tienen el mismo protagonista y cuentan, con alguna
variación, la historia trágica del trovador gallego del siglo XV, Macías el enamorado, víctima
de su amor imposible por una mujer casada. La prosa del Doncel es muy superior al verso
del drama; pero las dos obras muestran bien las limitaciones artísticas de Larra, a quien le
faltaban para triunfar en los géneros creativos -poesía, novela, teatro- lo que otros
contemporáneos poseían con exceso: fantasía, colorido, sentido musical y plástico del verso.
Por eso su drama y su novela interesan más que nada por revelar el fondo psicológico de
exaltado sentimiento que había en Larra, por debajo de su sarcasmo. En el prólogo a Macías
desechó todo propósito de hacer obra de escuela y deja ver hasta qué punto estaba
identificado con su personaje: "Macías -dice- es un hombre que ama y nada más. Su nombre,
su lamentable historia pertenecen al historiador; sus pasiones, al poeta. Pintar a Macías como
imaginé que pudo o debió ser, desarrollar los sentimientos que experimentaría en el frenesí
de su loca pasión y retratar a un hombre, ése fue el objeto de mi drama. Quien busque en él
el sello de una escuela, quien le invente un nombre para clasificarlo, se equivocará..."
Tres años más tarde Larra se pegaba un tiro por el fracaso de sus amores con una mujer
casada. La novela de su héroe, el frenesí de la pasión, se convirtieron en trágica realidad para
el autor. Menéndez
Pelayo definió la afinidad que les unía: "si se descompone en dos
mitades el genio de Larra, Fígaro será la crítica y la sátira, y Macías, la pasión y la locura de
amor".