LITERATURA ESPAÑOLA - Lope de Vega y la creación del teatro español
EL TEATRO DE LOPE Y LA "COMEDIA" ESPAÑOLA
LA PRODUCCION DRAMATICA DE LOPE. - Es asombrosa su fecundidad. El número de
sus obras ascendía, según cálculo indudablemente exagerado de su biógrafo Juan Pérez de
Montalbán, a 1800 comedias y 400 autos sacramentales. Lope mismo habla de 1500. Las que
se conservan son 470 y por el título son conocidas unas 300 más.
Si a ello se añade la vida intensa del autor y el número de sus obras de otros géneros -poesía
o prosa- resulta ya un carácter específico de la producción dramática: el ritmo intenso de
creación. Lo-pe no meditaba ni pulía sus comedias; las improvisaba. Algunas, si le hemos de
creer a él, las compuso "en horas veinticuatro". Se trata, pues, de un arte espontáneo.
Comparado con los otros dramaturgos -Calderón especialmente, de estilo mucho más
trabajado- Lope sobresale por la fácil maestría con que la comedia está construida, la fluidez
del verso y la armonía natural del conjunto.
La amplitud específica de la obra dramática de Lope puede verse en la siguiente clasificación
por tipos de comedía, que simplificando la de Menéndez Pelayo hace Angel Valbuena Prat:
a) De santos: La buena guarda, La fianza satisfecha, Barlaam y Josafat, Lo fingido verdadero.
b) Pastoriles: El verdadero amante.
c) Mitológicas: Adonis y Venus, El marido más firme.
d) De historia antigua y extranjera: Contra valor no hay desdicha, Roma abrasada, La
imperial de Otón, El gran duque de Moscovia, etc.
e) De historia y leyendas españolas: grupo numerosísimo en el que entran comedias con
temas de todas las épocas desde la España romana y visigoda hasta los del siglo XVI y
comienzos del XVII.
f) De capa y espada, divididas por Valbuena en dos grupos principales: 1. De intriga: El
acero de Madrid, El anzuelo de Fenisa, Amar sin saber a quién, La noche toledana. 2. De
carácter: Las flores de don Juan, La dama boba, Los melindres de Belisa, Los milagros del
desprecio.
g) Novelescas. 1. Dramáticas: El castigo sin venganza; y 2. Filosóficas: El villano en su rincón.
Menéndez Pelayo, en su edición de las obras de Lope, señala aún otros tipos como la
comedia caballeresca, la rufianesca o de malas costumbres, etc. Hay que añadir las piezas
cortas: autos del nacimiento y religiosos, coloquios, loas y entremeses.
Dentro de esta ingente producción, Lope sobresale en algunos tipos especiales de comedia,
por ejemplo, en la comedia histórica de inspiración nacional y sentido popular. Obras como
El mejor alcalde el Rey, Los novios de Hornachuelos, Audiencias del rey don Pedro, El
infanzón de Illescas y otras muchas basadas en la historia medieval española son, sin duda,
las más características de su teatro. En todas el honor con sus implicaciones sociales y el
sentimiento monárquico-democrático en la forma que ya hemos definido son los motivos
básicos del drama. A este grupo pertenecen Peribáñez y el comendador de Ocaña y
Fuenteovejuna, dos de sus comedias más bellas y en las que con mayor acierto se dramatiza
el espíritu popular.
En Peribáñez la pintura del personaje central, arquetipo del villano honrado, la nitidez en la
exposición del tema del honor y la dignidad humana de todos los personajes populares se
unen a la poesía del ambiente campesino ligeramente idealizado. Fuenteovejuna, drama
rústico, basado como muchas otras comedias de Lope, en un hecho histórico, tiene como
cualidad saliente la de presentar un protagonista colectivo. No hay héroe individual. El
héroe verdadero es "la villa toda", que se levanta contra el señor a quien da muerte, no tanto
en defensa de sus derechos como del honor mancillado por los abusos del comendador.
Lope infunde aquí vida dramática al alma de un pueblo sin dejar por eso de dotar de
individualidad a algunos de los personajes centrales como el alcalde Esteban o su hija
Laurencia.
También en otros dos aspectos supera Lope al resto de los dramaturgos españoles: el de la
comedia poética, de tema amoroso, con desenlace trágico, y el de la fina comedia de intriga
con ambiente contemporáneo. De intensa belleza poética son, por ejemplo, El castigo sin
venganza y El caballero de Olmedo. La primera, que trata del amor incestuoso entre
Casandra y su hijastro Federico -tema procedente de una de las novelas de Bandello- se
caracteriza por el tono pasional y la maestría en el estudio psicológico del amor culpable,
dentro de las convenciones trágicas con que siempre en este teatro se presentan los conflictos
del honor. El caballero de Olmedo, dramatización de un cantar popular, es una historia de
celos y rivalidades amorosas sobre un fondo alegre de fiestas y requiebros. El placer y las
galas del caballero don Alonso, triunfante en toros y en amores, se tornan súbitamente en la
tragedia de su muerte, rodeada de presagios misteriosos. Un tono de exquisito lirismo y de
conmovedora poesía late en toda la comedia, especialmente en el acto tercero, una de las
creaciones magistrales de Lope y de todo el teatro español.
El otro grupo característicamente lopesco es el de la comedia de costumbres contemporáneas.
De intriga y aventuras unas veces como La moza de cántaro, El acero de Madrid o Amar sin
saber a quién; otras de enredo, ingenio y sutiles matices psicológicos como La dama boba o
Los melindres de Belisa. Es quizás en esta clase de comedia ligera en la que la fina gracia de
Lope se revela con mayor espontaneidad y delicadeza.
Cualquiera de las comedias citadas u otras muchas que podrían citarse dentro de cada
género bastarían para la gloria de un dramaturgo. En Lope son simples muestras de una
visión poético-dramática cuyo sentido de totalidad y abundancia de ingenio no tienen
parangón. No está el teatro de Lope exento de limitaciones y defectos. Pero jamás se ha dado
en la historia literaria un caso análogo en el que la fecundidad se combine tan
armónicamente con el gusto, ni un arte tan exquisito y artificioso con la comprensión del
alma de un pueblo entero.