LITERATURA ESPAÑOLA - Literatura gallega
EPOCA MEDIEVAL
LA LIRICA GALAICO-PORTUGUESA: TROVADORES Y JUGLARES GALLEGOS. Aunque
se conservan textos fragmentarios de otros géneros o traducciones en prosa de algunas obras
y hasta se conjeture que existió una épica gallega, hoy enteramente perdida, puede decirse
que la literatura de Galicia es una literatura predominantemente y casi exclusivamente lírica.
Esta lírica medieval gallega, o mejor dicho, galaico-portuguesa, puesto que gallego y
portugués son en su origen una misma lengua y una misma literatura, sólo separadas mucho
después como resultado de la separación política, conoció sus días de esplendor en el siglo
XIII. Sus creaciones se conservan en tres Cancioneros, descubiertos en el siglo XIX: El
Cancionero de la Vaticana, publicado por E. Monaci en 1875 y luego, por Teófilo Braga en
1878; el Cancionero de Colocci Brancuti, publicado en la parte que completa el Códice
Vaticano, por E. Moltani, en 1880; y el Cancionero d'Ajuda, publicado fragmentariamente en
1823 y 1843, y en edición definitiva en 1904 por doña Carolina Michaelis de Vasconcelos. Si
bien la poesía de estos Cancioneros es el fondo seguro que nos queda para conocer esta lírica
medieval del siglo XIII, a juzgar por la perfección que en esta época presenta, es casi seguro
que viniera cultivándose en Galicia desde bastante antes.
El Cancionero d'Ajuda contiene tan sólo, con alguna rara excepción, composiciones de las
llamadas Cantigas de amor, de tipo cortesano, culto, y de abolengo provenzal, pero en los
otros dos Cancioneros, junto a las formas trovadorescas, cantigas de amor, serventesios,
tensones, etc., hay numerosas muestras de una poesía popular autóctona cultivada por los
juglares que, fundida con la de influencia provenzal, da carácter distintivo a la lírica gallega.
Las composiciones típicas de poesía popular son las Cantigas de amigo, en las que
predomina la forma paralelística o cantiga de refrán, las villanescas y serranillas o vaqueras,
las canciones llamadas de ledino con variedades diversas como las bailadas, barcarolas y
marinhas o marineras. Abundan también en la lírica galaico-portuguesa las cantigas de
maldecir y de escarnio. En el Cancionero de Colocci Brancuti se encuentran además algunos
fragmentos de lays caballerescos de origen bretón, interesantes porque vienen a probar las
múltiples relaciones europeas de esta lírica gallega y la importancia de Galicia -donde se
escribe, según parece, la Crónica de Turpínen la difusión de los temas caballerescos por la
Penínula.
No es fácil precisar, ni se ha precisado que sepamos, quiénes son los poetas gallegos que,
mezclados con los portugueses y algunos castellanos, figuran en los Cancioneros. De la vida
de estos antiguos poetas se sabe poco y en muchos casos sólo nos es conocido el nombre.
Tampoco está clara la cronología. El primero o uno de los primeros, según Carré Aldao,
debió ser JOAN SOAREZ DE PAVIA O PAYVA, conocido también por Palha o Palla. De ése
mismo tiempo aproximadamente es FERNAN GONZALEZ DE SANABRIA y quizás
AYRAS NUÑEZ, trovador de estilo flexible, elegante y gracioso, autor de numerosas
composiciones. Entre los que siguen reconocidos como gallegos se destacan PERO DA
PONTE, PAY SOARES DE TEBEIROS, PERO AMICO, JOAN AYRAS, JOAN ZORRO,
MARTIN CODAX, PAYO GOMEZ CHARINO, los hermanos EANS MARIÑO, PERO
MOOGO O MEOGO. Habría que citar otros varios, quizá hasta el número de cincuenta, de
valor más secundario.
Con estos trovadores y juglares de los Cancioneros, y por encima de ellos, la gran figura
española de la lírica gallega es ALFONSO X, el Sabio, que en las Cantigas a Santa Maria dejó
la obra individual más extensa y de mayor aliento. Después del siglo XIV esta literatura
tiende cada vez más a confundirse con la castellana. A un escritor gallego se ha atribuido,
por ejemplo, el Poema de Alfonso XI, que según conjeturas de algunos críticos pudo ser
redactado primero en la lengua materna del autor y vertido luego al castellano. Mas después
del Rey Sabio, las muestras ciertas de la poesía gallega medieval hay que buscarlas en el
Cancionero de Baena, que marca la transición de la poesía cortesana al castellano, o en
composiciones de otros Cancioneros aproximadamente de la misma época. El profesor Lang,
de la Universidad de Yale, formó con poesías procedentes de varios de ellos su Cancionero
gallego-castellano (Nueva York, 1902). Recogió en él la producción de la etapa final de la
literatura gallega, entre 1350 y 1450, representada por los siguientes poetas, entre los que
quizá predominen los de origen gallego: PERO GONZALEZ DE MENDOZA, MACIAS o
NAMORADO, EL ARCEDIANO DE TORO, PEDRO DE VALCARCEL, GARCI
FERNANDEZ DE GERENA, ALFONSO ALVAREZ DE VILLASANDINO, PEDRO VELEZ
DE GUEVARA, DON PEDRO, infante de Portugal, MARQUES DE SANTILLANA,
MONTORO, PEDRO DE QUIÑONES, PEDRO DE SANTA FE, GOMEZ MANRIQUE,
GONZALO DE TORQUEMADA y varios anónimos.
En el siglo XV, los poetas españoles todos adoptaron el castellano y la literatura gallega se
eclipsó para no reaparecer, como la catalana, hasta el romanticismo. El portugués, por su
parte, entró con el Renacimiento en su época de mayor esplendor y la lengua siguió su curso
propio hasta diferenciarse grandemente de la lengua medieval, aunque aún conserva hoy
con el gallego moderno parentesco muy estrecho, como lengua procedente al fin de una
misma raíz.