GEOGRAFIA ECONOMICA La ganadería comercial
LA ARGENTINA GANADERA
Hasta principios de siglo los Estados Unidos fueron los principales suministradores de carne
fresca, pero la aparición de Argentina y Australia en el mercado mundial desalojó gradualmente
de Europa las carnes norteamericanas. Sin embargo, el número de vacunos y cerdos aumentó
considerablemente en los Estados Unidos, descendiendo el de caballos y mulas y
manteniéndose aproximadamente igual el de los lanares. El aumento del consumo interior
absorbió lo que se destinaba a las exportaciones. La región central argentina, el Uruguay y la
región meridional del Brasil se han convertido hoy en la zona ganadera de tipo industrial más
importante del mundo, y aunque el número de cabezas, salvo en los ovinos, no ha aumentado
en los años recientes, el perfeccionamiento de las crías y calidades de los productos ha hecho
progresos constantes. En este aspecto, el Uruguay es el que tiene una proporción más elevada de
ganado en pie en relación con la extensión territorial, pero la Argentina es el país que consume
más carne por habitante y donde la ganadería industrial ha adquirido mayor volumen, debido a
la extensión de sus explotaciones, que permite el sostenimiento de las "cabañas", donde se
selecciona el ganado, se especializan las crías y se consiguen reproductores para carnes finas,
vacas lecheras, variedades de lana u otra finalidad comercial. La raza predominante entre los
vacunos es la Shorthorn, siguiéndole la Hereford y la Polled Angus, importadas todas de Gran
Bretaña; entre los ovinos, la raza predominante es la Lincoln, siguiéndole el Merino Argentino,
la Corriedale y la Romney Marsh; entre los porcinos, predominan los Berkshires, Duroc Jerseys,
Polland China y Yorkshires. La Argentina mantiene el primer puesto mundial en lo que respecta
a exportación de carnes vacunas.
Las inmensas llanuras de ricas tierras aluviales, un buen régimen de lluvias y la ausencia de
inviernos rigurosos han hecho de la región del Plata el emporio de la ganadería industrial. En el
sur del Brasil se utilizan mucho los pastos naturales, que son abundantes y de buena calidad,
pero ni se han mejorado las crías ni se han combatido las plagas con el esmero y constancia
empleados en la Argentina y el Uruguay. Actualmente, a ejemplo de estos dos últimos países, el
Brasil suministra más carne congelada y refrigerada a los mercados europeos y menos tasajo y
extractos de carne a los mercados interiores y sudamericanos. Aunque muchas de las
explotaciones ganaderas del Plata se efectúan en tierras arrendadas o "chacras" de 100 hectáreas
o más, las "cabañas" y explotaciones de tipo industrial son inmensas, existiendo "estancias" de
más de 100.000 hectáreas y abundando las de 5 a 10.000. En unas y otras los cultivos se
combinan con la ganadería, y fuera de las áreas cultivables, la ganadería extensiva a base de
pastos naturales se resiente mucho por las sequías, por falta de aguas buenas y por un descenso
considerable en la cantidad y calidad de la producción. En la Patagonia, por ejemplo, se
necesitan cinco hectáreas de tierra por cada cabeza de ganado lanar en las zonas más
privilegiadas. Ello no impide que se produzcan lanas de alta calidad y de fama universal.