GEOGRAFIA ECONOMICA – Fertilizantes e industrias químicas
ABONOS MINERALES
Hasta hace relativamente muy poco, las tierras de cultivo se abonaban con estiércol y otros
elementos orgánicos y, bien que mal, su fertilidad se conservaba siempre que no se las sometiera
a una producción intensiva. Lógicamente, se preveía un agotamiento más o menos cercano y de
ahí los augurios pesimistas de economistas y filósofos respecto al posible crecimiento de la
población mundial. Pero la química, estudiando la composición de los suelos y las sustancias
que de éstos se transmiten a las plantas, concibió la sencilla idea de restituir a los campos
aquello que las plantas les arrebataban y que gradualmente los empobrecen. De ahí la
progresiva utilización de los abonos minerales, particularmente nitratos, fosfatos y potasas, para
las tierras de cultivo, en especial en Europa, donde, como hemos visto, se las obliga a producir
más intensamente que en otras partes.
