GEOGRAFIA ECONOMICA - La caza y la pesca
PESCA DE LA BALLENA
La pesca de la ballena, que es el animal pelágico perseguido a mayores distancias de las costas,
es el ejemplo típico de la eventualidad de esas ocupaciones. Esta pesca tuvo importancia en la
primera mitad del siglo XIX, cuando el aceite de ballena se utilizaba para alumbrado. Su
decadencia actual no ha vencido la tenacidad de los noruegos, de los británicos y de los
japoneses, que predominan con mucho entre los veinte países que se dedican a esta industria. Es
pesca de temporada, lejos del hogar y sujeta a grandes peligros. Agotados los mares del Norte,
casi la totalidad de la pesca de ballenas se realiza en los mares del Sur, en aguas del Antártico,
entre América del Sur y Nueva Zelanda. En las islas de Georgia del Sur, Orcadas y Shetland del
Sur se han establecido factorías, además de las flotantes en embarcaciones de 20.000 toneladas o
más. Los vapores que realizan la pesca traen a esas factorías las ballenas muertas y capturadas y
allí se faenan y se aprovecha hasta el último gramo de carne, de aceite, de esperma, de ámbar
gris y de las barbas del animal. En algunos países, como China, Japón y la misma Noruega, la
carne se come; los huesos molidos sirven de fertilizante. Como es mayor el número de ballenas
que se matan cada año que las que nacen, no está distante el día en que esta industria
desaparezca o sufra una prolongada suspensión.