GEOGRAFIA ECONOMICA - Los caminos del mundo
LOS FERROCARRILES
Los ferrocarriles fueron el alarde de la revolución industrial en la pujante expansión del siglo
XIX. Pronto se comprendió su valor de acercamiento y los rieles se extendieron en todas
direcciones, incluso hasta allí donde no habían llegado los caminos. Europa realizó su sueño de
penetrar en Oriente con infiltraciones económicas, que sabía eran más decisivas que las
invasiones guerreras. El ferrocarril de París a Estambul no respetó la barrera natural de los
Alpes, donde el célebre túnel del Simplón redujo a la nada el milenario obstáculo, perforando
también sin compasión los macizos de los Cárpatos y los Balcanes. Más adelante, la empresa
gigantesca del ferrocarril de Leningrado a Vladivostok dio cuenta de las cordilleras de los
Urales y Vladinovoi, redujo las estepas siberianas a una región de tránsito y colocó el Lejano
Oriente a las puertas de Europa. En América del Norte, dos líneas transcontinentales en el
Canadá y dos en los Estados Unidos unieron fácilmente el Atlántico con el Pacífico, como en
América del Sur el ferrocarril de Buenos Aires a Valparaíso acercó los dos océanos sin que las
murallas de los Andes pudiesen impedir la proeza.
