BOTÁNICA – Las talófitas
LÍQUENES
Además de los flagelados, hongos y algas, las Talófitas encierran otra categoría de plantas
denominadas líquenes, que son vegetales muy interesantes por su constitución doble, que
participa de la morfología del alga y del hongo.
Los líquenes son el producto de la asociación de esas dos clases (algas y hongos),
predominando ora uno, ora otro, en el conjunto así formado.
Liquen del género Stricta, a la izquierda; del género Cladonia, al centro. A la derecha, corte
transversal del tallo de un liquen (aumentado 200 veces), viéndose en dos (parte más negra) la
carnada de algas.
No se trata de una mera yuxtaposición de dos vegetales, como podría creerse, sino de un
nuevo organismo, poseedor de caracteres propios.
Es un caso típico de simbiosis, porque el hongo necesita de alimentos ya transformados, que
es incapaz de producir por no poseer clorofila, esencial para la fotosíntesis, y aprovecha del
alga los principios ya elaborados, mientras que ésta utiliza del hongo las sustancias
nitrogenadas y la humedad.
Su distribución por la superficie terrestre es ilimitada, extendiéndose desde los polos al
ecuador.
Algunas especies raras pueden vivir sobre la nieve o en medio acuático, pues los líquenes son
plantas típicamente terrestres que vegetan sobre el suelo, piedras, muros y troncos de árboles.
Presentan formas y coloridos muy variados, pueden ser foliáceos, crustáceos, ramificados o
fruticulosos y gelatinosos, de acuerdo con la forma o aspecto, y amarillos, cenicientos,
verdosos o pardos, según su color.
Cuando falta humedad, los líquenes se desecan, quedando las funciones vitales en suspenso,
para retornar a su actividad en el momento en que las condiciones mejoran. Este fenómeno se
denomina reviviscencia.
Si el hongo y el alga se encuentran más o menos mezclados, sin orden, el liquen es homómero;
si el alga ocupa sólo una capa, es heteromero.
Los hongos que pueden formar líquenes son mucho más numerosos que las algas; una misma
especie de alga puede asociarse a varias especies de hongos para constituir líquenes
diferentes; el caso contrario, o sea el de un mismo hongo que se asocie a diversas especies de
algas es menos frecuente.
La reproducción puede efectuarse por fragmentos o por medio de esporos del hongo que
deben asociarse a nuevas algas.
La reproducción más común es por medio de soredios, que dan nacimiento directo a un
nuevo liquen. El soredio es una formación pulverulenta que aparece sobre su superficie.
Hay líquenes comestibles y medicinales, otros producen materias colorantes industrializares,
y de un modo general son útiles en la formación y transformación de los suelos, posibilitando
la vegetación en lugares anteriormente impropios para ello.
