BOTÁNICA – La célula vegetal
LA CELULOSA
La membrana celular de los vegetales se compone generalmente de una sustancia
denominada celulosa, nombre que por sí mismo está demostrando la función que desempeña
en la constitución de la célula.
Químicamente la celulosa es un hidrato de carbono, de composición semejante a la del
almidón; existiendo en abundancia en las plantas, es aprovechada por el hombre
principalmente en la fabricación de tejidos, papel y explosivos. La fibra que envuelve la
semilla de la planta de la familia de las malváceas, género Gossipyum, cuyo nombre vulgar es
el algodón, está constituida por celulosa pura, que se aprovecha en la fabricación de tejidos y
en la de celuloide, actualmente empleado en las industrias fotográficas y cinematográficas.
Otro producto industrial obtenido del aprovechamiento de la celulosa es el papel, cuya
materia prima se extrae del tallo de ciertos árboles.
En los vegetales de constitución pluricelular es la solidez que la celulosa imprime a las
membranas, lo que permite la estabilidad y resistencia de los diversos órganos de la planta,
especialmente de los frutos y del tallo de los árboles.
De acuerdo con la posición de la célula en el vegetal, se producen los fenómenos nutritivos
que modifican la naturaleza de la membrana, a saber:
La lignificación, debida a la presencia-de un cuerpo químico denominado lignina, dando
formación al leño, que facilita la sustentación y equilibrio de los vegetales;
La suberificación, que modifica profundamente la membrana celulósica, dando lugar a la
formación de corteza o súber, impermeable al agua y a los gases, fenómeno propio de las
células de los tallos y raíces.
El hombre obtiene gran provecho de la presencia de esos fenómenos modificadores de la
membrana celular; por eso
es obvio nombrar el aprovechamiento de la leña de numerosas
plantas y de la corteza de algunas otras.
La corteza, de tantas y tan útiles aplicaciones industriales, es el resultado de la suberificación
de las membranas celulares exteriores del tallo de diversas especies botánicas, especialmente
del alcornoque (Quercus súber L).
Además, la presencia de celulosa en la membrana celular es uno de los principales caracteres
distintivos entre los animales y los vegetales.
