BIOLOGÍA - La herencia
LOS GENES NUNCA SE UNEN
La creencia corriente antes de Mendel era que los caracteres antagónicos de los padres se unen
en el hijo y no se separan más en la descendencia de éste. Una observación superficial de
cruzamientos entre personas blancas y negras parece indicar que así es. Los hijos salen
mulatos, y éstos, cruzándose entre sí, engendran en general sólo mulatos. Pero este mismo
ejemplo demuestra el error de tal concepción. En realidad, ¿cómo explicar, admitiendo que los
genes se mezclan y unen en el mulato, que surjan hijos de mulatos totalmente blancos o
totalmente negros, lo que ocurre, aunque raramente? Y ¿cómo explicar, lo que es la regla, que
hijos de mulatos salgan mulatos, pero de diferentes matices, en una misma familia, muchas
veces más claros o más oscuros que los padres?. Todo ello se explica, como veremos, por
depender el color de la piel de algunos pares de genes que no se unen, conservando en el
híbrido su individualidad. Sus efectos se suman.
Estas cosas no podían ser comprendidas antes que fuese convenientemente analizada la
herencia de los caracteres dependientes de un único par de genes. Esta obra cupo a Mendel.
Su pequeño trabajo, que condensa el resultado de ocho años de investigación, fue publicado
en 1866, pero pasó inadvertido hasta rayar el siglo XX, cuando tres hombres de ciencia
llegaron independientemente a conclusiones idénticas a las suyas y su trabajo fue descubierto.
Los hechos evidenciados por Mendel son de tal importancia, y fueron demostrados con tal
claridad, que él es considerado con justicia el padre de la Genética.