BIOLOGÍA - El crecimiento
POR QUÉ SE DETIENE EL CRECIMIENTO
Es célebre el cultivo de tejidos que desde 1912 se mantiene vivo y en pleno crecimiento en el
Instituto Rockefeller de Nueva York, iniciado con un trocito de tejido conjuntivo extraído del
corazón del embrión de un pollo. Este tejido, vuelto así inmortal, pasó la edad de las gallinas
(cerca de 30 años), no dejó de proliferar en ningún momento, y no hubo razón para que cesara
mientras recibió un tratamiento conveniente. Este tejido murió, al dejar de alimentárselo, en
octubre de 1946, después de vivir 34 años.
Las células en cultivo son mantenidas en una gota de plasma sanguíneo y alimentadas con
jugo de embrión. Como están en constante proliferación, es necesario renovar periódicamente
el cultivo pasando algunas de ellas a un nuevo medio y abandonando las otras. Se calcula que
si todas las células de ese cultivo y sus descendientes pudiesen haber sido conservadas, hoy
formarían un volumen mayor que el de la Tierra.
Carrel demostró que cuanto más joven es el animal proveedor de suero sanguíneo para el
cultivo de los tejidos, tanto más proliferan éstos, lo que indica que la sangre de los animales
viejos posee sustancias que inhiben la proliferación celular, o tiene en menor cantidad las
sustancias que la estimulan.
De cualquier modo, los cultivos de tejidos muestran que la inhibición del crecimiento resulta
en gran parte del hecho de vivir las células prisioneras en el organismo, sufriendo la
influencia de las secreciones de sus compañeras.
Los vegetales tienen un crecimiento ilimitado, pero tanto más lento cuanto mayores son. Es
probable que en ellos lo que torna cada vez más lento el crecimiento sea la dificultad que
encuentra la planta, a medida que crece, de absorber suficiente savia y de hacerla circular.
Prácticamente, las raíces y los vasos leñosos acaban por tornarse insuficientes, y el crecimiento
debe detenerse por falta de materia prima. Tal vez ocurra algún fenómeno análogo con
algunos animales.