BIOLOGÍA - Las células de nuestro organismo
CÓMO ES UNA CÉLULA
A pesar de los cientos de tipos diferentes de células, encontramos en todas ellas ciertos
caracteres comunes. Todas están envueltas por una membrana elástica, que contiene el
citoplasma, líquido viscoso de composición extremadamente compleja y en constante
transformación; en el seno del citoplasma se encuentra el núcleo, que contiene los
cromosomas, filamentos de importancia extraordinaria porque, como veremos, son los
responsables de la transmisión, de padres a hijos, de los caracteres hereditarios.
Células superficiales de la mucosa bucal vistas al microscopio.
Junto al núcleo existe un corpúsculo, el centrosoma, visible en especial durante la división
celular, ocasión en que queda envuelto por una corona de rayos divergentes. El centrosoma
no existe en los vegetales superiores.
Las células vegetales tienen, además, una membrana de celulosa, rígida, por fuera de la
membrana elástica.
Célula epidérmica de una escama de cebolla vista al microscopio: c, citoplasma; m,
membrana; n, núcleo.
En nuestro organismo, como en el de cualquier ser vivo, la forma de las células varía
extraordinariamente conforme a la función que deben desempeñar. Basta comparar las células
chatas como ladrillos de la mucosa bucal con las células nerviosas, provistas de ramificaciones
y prolongaciones tan grandes que llegan a medir más de un metro. También el contenido del
citoplasma es diferente en las células de cada tejido, como lo es asimismo el modo de
agruparse.
Además de esas partes fundamentales, que casi toda célula posee, es muy frecuente encontrar
en el citoplasma corpúsculos de diversa naturaleza, de los cuales sólo citaremos los granos
verdes de clorofila de las células vegetales, cuya importantísima función consiste en la
utilización de la energía solar para la síntesis de sustancias orgánicas.