BIOLOGÍA - Reflejos y tropismos
El protozoario, el insecto y el hombre actúan en ciertas situaciones de modo comparable,
aunque el mecanismo que los hace actuar es muy distinto.
Consideremos un acto corriente en la vida de cualquiera de los tres: la locomoción en busca de
alimento. En el campo microscópico vemos un paramecio, protozoario ciliado, nadando en
cierta dirección; de pronto encuentra un grupo de bacterias, se detiene y comienza a comerlas.
Una abeja, volando por los campos, se posa en una flor y le sorbe el néctar. Un hombre se
levanta, va al naranjal, toma una naranja y la chupa.
Tres actos que, observados externamente, son comparables: un viaje que termina por la
ingestión de alimento. Pero veremos que el mecanismo que los provoca es de naturaleza bien
diferente. En el paramecio es un simple reflejo, en la abeja un instinto y en el hombre un acto
inteligente.