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BIOLOGÍA - Los insectos sociales
LA EXTRAÑA ALIMENTACIÓN DE LAS HORMIGAS
Es muy variable, según la especie, el régimen alimenticio de las hormigas.
Las Messor sólo comen las bolitas de su hongo; son agricultoras y herbívoras.
La hormiga amazona, común en el norte del Brasil, es carnívora y sale a cazar en grupos de
muchos millares, en columnas que ocupan decenas de metros de extensión, como un ejército
en marcha. Por donde pasan no hay posibilidad de que quede vestigio alguno de carne:
orugas, babosas, grillos, son devorados en un instante. En compensación, bandadas de aves
acompañan en la selva al ejército de hormigas, haciendo óptimo banquete.
Muchas hormigas emplean a los pulgones de las plantas o afidios como verdaderas vacas
lecheras. Los pulgones son insectos con una larga trompa que se pasan la vida chupando la
savia de las plantas, en tal cantidad, que el insecto expele el exceso por el ano. Las hormigas
aprecian grandemente este líquido azucarado. Algunas hasta ordeñan al pulgón,
acariciándolo con las antenas hasta que él expele una gota del codiciado néctar. Ciertas
hormigas llevan los pulgones a sus hormigueros, cuidan sus huevos y larvas, y los defienden
contra los enemigos.
Las hormigas Aíyrmecocystas, norteamericanas, captan durante la estación lluviosa la
excreción de los afidios y la van regurgitando en urnas vivas, constituidas por ciertas
operarías especializadas en la función de almacenarla. Los abdómenes de estas hormigas-
urnas llegan a ser hasta cien veces mayores que cuando estaban vacíos; ellas son incapaces de
caminar y permanecen prendidas al techo del hormiguero. Durante la estación seca toda la
colonia se alimenta de las reservas así almacenadas.
Además, puede decirse que la alimentación de las hormigas es colectiva. Ellas tienen un papo
donde guardan el alimento, del cual sólo una pequeña parte es utilizada; el resto pertenece a
la comunidad. Cuando una hormiga quiere comer, acaricia con las antenas a una compañera
de papo lleno, y ésta pronto regurgita una gota del líquido nutritivo, que la postulante aspira.
Para demostrar cómo está generalizada la circulación del alimento entre los distintos
habitantes del hormiguero, un hombre de ciencia se ocupó de alimentar algunas hormigas con
un líquido azucarado que contenía un colorante azul; dos días después, prácticamente todas
las hormigas de la colonia presentaban el papo ligeramente azulado.
De este hábito se aprovechan hábilmente varios insectos que viven dentro de los hormigueros,
los cuales imitando las caricias de las hormigas que piden alimento, obtienen también su gota
de néctar. Otros segregan líquidos azucarados, con que conquistan la buena voluntad de las
golosas hormigas y se convierten en tiranos dentro del hormiguero, obteniendo gotas
regurgitadas cuando quieren y hasta comiéndose las larvas de las hormigas con el beneplácito
de las adultas.
Una especie de polilla (tisanurá) que vive en ciertos hormigueros, cuando ve dos hormigas
aproximar sus cabezas para tomar una gota de alimento, llega astutamente y sorbe la gota en
el preciso instante en que pasa de la boca de una hormiga a la de la otra.
El vicio de las hormigas es la gula. Para satisfacerlo, muchas dejan de cuidar las larvas,
ofreciendo el producto de su recolección a los parásitos secretores. Y en caso de peligro, llegan
hasta a salvar las larvas de ellos antes que las propias.