ZOOLOGIA - Los mamíferos, vertebrados con pelo y mamas
MAMIFEROS DE ANTAÑO Y DE HOY
Los restos más antiguos de mamíferos que se conocen datan de los tiempos secundarios, o sea la
era en que predominaron los reptiles. Eran entonces de tamaño reducido. fue, sin embargo,
durante la era siguiente, esto es, en los tiempos terciarios, cuando apareció la mayoría de los
mamíferos conocidos, a la vez que declinaba y desaparecía el grupo deslumbrador de los reptiles,
hoy extraordinariamente reducido. La era terciaria es conocida como edad de los mamíferos. Toda
la fauna actual de mamíferos estaba ya entonces constituida, pero muchos de ellos han
desaparecido desde aquella época, sobre todo los de gran tamaño. Diversas especies de elefantes y
mastodontes perecieron, dejando muchas veces sus esqueletos enteros. Los grandes desdentados
acorazados, de algunos metros de longitud y con larga cola (gliptodontes), y los perezosos
gigantes (megaterios), habitantes de América, desaparecieron también, y de los tales desdentados
sólo quedan hoy especies pequeñas. Igualmente se extinguieron grandes carnívoros, como los
terribles tigres de dientes de sable (Smilodon y Machairodus), que tenían caninos o colmillos
extraordinariamente grandes. Varias especies de caballos yacen bajo las capas de roca; sus
esqueletos han servido para revelar la admirable serie evolutiva desde los caballos primitivos, con
cuatro dedos, hasta los modernos, que tienen uno solo. Muchos de los mamíferos desaparecidos,
como el mamut y el rinoceronte lanudo, fueron en Europa contemporáneos del hombre de las
cavernas, como lo fue el mastodonte de los primitivos pobladores de América. De los grandes
mamíferos de comienzos del cuaternario sólo quedan hoy algunas especies de gran tamaño, en
vías de extinción, por no serles favorables en modo alguno las actuales condiciones de vida.
Solamente los grandes mamíferos acuáticos, como las ballenas, los mayores animales conocidos,
sin más rivales en tamaño que los enormes dinosaurios secundarios, parecen abundar todavía, no
obstante la intensidad de su pesca. Ello se debe a que el mar es todavía muy vasto, y pocos los
competidores que en él encuentran. De éstos, tan sólo uno es de temer: el hombre, el animal
característico por excelencia de la era cuaternaria o edad del hombre. Frágil por su constitución
física, si se le compara con sus poderosos enemigos, el hombre los vence por su inteligencia,
gracias al magnífico desarrollo craneano de que está dotado. Con todo, su historia debió de haber
estado llena de dificultades en las edades primigenias, allá cuando tenía que verse frente a frente
con sus temibles rivales sin disponer de las armas de hoy. Hasta el presente, su paso por la tierra
sólo se conoce en los tiempos cuaternarios; las raíces mismas de donde se derivó, tal vez sólo
podamos encontrarlas a fines del terciario, entre ciertos primates (monos) , que por un lado
originarían los grandes antropomorfos y por otro el grupo de homínidos en que estaban
comprendidos los antepasados del hombre actual. Son varios los tipos humanos fósiles conocidos,
como el hombre mono de Java (Pithecanthropus erectus), el hombre de Pekín (Sinanthropus
pekinensis), el hombre de Piltdown (Eoanthropus dawsoni), el hombre de Rhodesia (Homo
rhodesiensis), el hombre de Cro-Magnon (Homo sapiens fossilis), todos los cuales indican una
gradación y un constante desarrollo del grupo humano. En realidad los hombres no son
descendientes directos de los monos, como con frecuencia se piensa, sino más bien sus parientes
colaterales.
Salvo algunas grandes especies en vías de extinción, los mamíferos de hoy son animales de
mediano o pequeño tamaño. En su gran mayoría son placentados. Por razones de orden biológico,
y sin egocentrismo, podemos decir que el hombre es el rey de los animales en los tiempos
cuaternarios. En cuanto al futuro, ¿quién sabe?