ZOOLOGIA - Los animales-plantas o celenterados
LAS AGUAS VIVAS O GRANDES MEDUSAS
Las aguas vivas que encontramos en las playas y que producen tan dolorosas quemaduras son
celenterados transparentes, a veces de bellos matices dorados o azules, que pertenecen a la clase
de las medusas, o Sciphozoa. Conviene ante todo establecer una distinción entre estas grandes
medusas y las medusas pequeñas que se separan de las colonias de hidroideos y de sifonóforos
para su reproducción. Las medusas de que vamos a tratar son siempre grandes, llegando a veces a
medir muchos centímetros, y aun algunos palmos, de diámetro. Aparte de esto, no representan
una generación sexuada de colonias fijas, sino que constituyen por sí mismas organismos adultos
y completos.
El nombre de medusas se debe al hecho de ser muy semejantes a las medusas pequeñas que salen
de las colonias de hidroideos y sifonóforos. Naturalmente, estas grandes medusas tienen estrecho
parentesco con sus pequeñas homónimas, y se derivan de medusas que suprimieron el estado de
polípero o de vida fija. Durante muchos años, reinó gran confusión en el conocimiento de estos
celenterados, reuniendo con mucha frecuencia los naturalistas en un mismo grupo las medusas
derivadas de los políperos con las medusas grandes. Sólo después de muchas investigaciones y de
profundos estudios fue al fin posible distinguir, las medusas que representan el estado sexuado
de los políperos, de las grandes medusas verdaderas, que llevan vida independiente y constituyen
una clase aparte.
ASPECTO GENERAL DE LAS MEDUSAS. Las grandes medusas tienen el mismo aspecto general
de las pequeñas medusas de los hidroideos, con su forma de paraguas o de sombrilla y su mango
o manubrio. En éste, ábrese el orificio bucal, que se comunica con una cavidad en el centro de la
sombrilla, de donde salen canales radiales en número de ocho, diez y seis, treinta y dos o sus
múltiplos, que se dirigen hacia el borde de dicha sombrilla. Por este borde corre un canal circular,
en el que desembocan todos los canales radiales. Tanto los bordes del manubrio como el de la
sombrilla llevan tentáculos provistos de baterías de nematocistos, cuyo líquido urticante produce
las conocidas quemaduras.
El cuerpo de las medusas, como el de los demás celenterados, se halla constituido por una capa
externa, o ectodermo, y otra interna, o endodermo, que reviste toda la cavidad digestiva y sus
canales. Entre ambas capas, existe una masa gelatinosa, o mesoglea, en la que se mueven células
ameboideas. Las medusas poseen además células con diferenciación elástica y muscular, así como
una fina red de nervios que permiten ejecutar los movimientos de contracción de la sombrilla.