PSICOLOGIA - Problemas y resultados de la psicología diferencial
SOMOS SEMEJANTES, PERO NO IGUALES
Si examinamos detenidamente cuáles son los valores medios de las pautas de reacción
correspondientes a cada uno de los grupos de datos, veremos que es posible describir cuáles
son sus características psicológicas; de esa suerte se generan las diversas psicologías
diferenciales, hablándose, por ejemplo, de "psicología del pueblo mexicano", de "psicología
del adolescente", de "psicología del campesino", de "psicología del aviador", etc. Pero, bien se
comprende, puede haber más puntos de contacto entre un mexicano y un tagalo, entre un
adolescente y un viejo, entre un campesino y un ciudadano o entre un aviador y un tripulante
de submarino determinados que entre otro par de personas de igual nacionalidad, edad o
profesión. Con ello quiere decirse, pues, que los rasgos de la psicología diferencial no son más
decisivos que los de la psicología general o común: es más lo que nos une que lo que nos
separa, y por ello formamos una definida especie, cualesquiera sean los matices diferenciales
introducidos por la cultura. Entre el homo sapiens (culto, civilizado y contemporáneo) y el
homo stultus (salvaje, analfabeto y casi prehistórico), hay más semejanzas que diferencias en
sus reacciones fundamentales; solamente cambian sus "apariencias" de reacción. Con todo, en
la época de especialización en que vivimos, conviene para muchos fines conocer en qué se
distingue un ser humano de todos los demás, esto es, conocer cuál es su personalidad. Y para
esto sirve, precisamente, la psicología diferencial que es, fundamentalmente, experimental o
empírica. Procediendo primero a la creación de grandes grupos de características comunes, va
luego separándolos por la posesión parcial de otras, hasta llegar a precisar un determinado
individuo. Fouillée escribió un bello volumen sobre la psicología diferencial de los pueblos
europeos. Salvador de Madariaga, en su obra Franceses, ingleses y españoles, adscribe a los
franceses el pensamiento, a los ingleses la acción y a los españoles la pasión, como rasgos
peculiares y diferenciales de su psicología. W. Stern publicó una excelente psicología
diferencial de tipos profesionales. Terman y Miles han
establecido las características
diferenciales de origen sexual.
