PSICOLOGIA - Problemas y resultados de la psicología diferencial
LA DENOMINADA PERSONALIDAD SINTONICA O CICLOIDE
Los rasgos definidores de esta personalidad se hallan en la zona del denominado sentimiento
existencial, que colorea el estado de ánimo habitual y define nuestro genio o humor. Lo típico
de ella es que quienes la tienen están siempre un poco alegres o un poco tristes (a veces, claro
es, están muy alegres o muy tristes o, inclusive, tienen estados de ánimo mixtos, en los que se
sienten simultáneamente alegres y tristes), pero no consiguen llegar nunca a un estado de
absoluta neutralidad o indiferencia afectiva. Todo se les presenta bajo ese color rosa o negro
que caracteriza la visión optimista o pesimista de nuestra vida. Otro rasgo esencial de esta
personalidad es el de que sus oscilaciones a lo largo de la escala ALEGRIA-TRISTEZA
(llamada por los técnicos escala "diatésica") son no solamente más amplias que las del resto de
las personalidades sino que están más influidas por acontecimientos del mundo exterior, o sea,
que dependen más de motivos ajenos al propio Yo. Por eso se dice de tales personas,
vulgarmente, que son sugestionables y de humor blando. Con facilidad propenden a reír y
también a llorar. Cuando se encuentran en la fase alegre se muestran generosas,
emprendedoras, dadivosas y chistosas. Cuando entran en la fase triste se sienten "des-
animadas" y propenden a una filosofía pesimista, descuidando, a veces, contestar cartas y
cumplir las normas sociales a las que antes concedían singular atención.
Un paso hacia los linderos de la anormalidad y tenemos entonces la personalidad "ciclotímica",
en sus dos posibles subformas: "hipománica" y "distímica". La primera se caracteriza por la
tendencia a emprender proyectos gigantescos, realizar invenciones e hipótesis desmesuradas,
gastar con excesiva prodigalidad y tener poco respeto a las barreras sexuales, gustando de
chistes procaces y de actos obscenos. La segunda, inversamente, vive apenadamente,
atenazada por "negros" presagios y pensamientos de inminentes desgracias, no siendo raro,
inclusive, que se autoacuse y juzgue con excesiva severidad creyendo merecer su mal destino.
Pero, si no se sale de la franja normal, la personalidad sintónica es por definición, sociable y
simpática; ama la vida confortable, sin excesivas complicaciones; es servicial y no escatima el
trabajo. Por ello está bien dotada para dedicarse a actividades comerciales, sociales,
asistenciales y, también, artísticas, preferentemente las de tipo frívolo.
