PRIMEROS AUXILIOS - Fracturas y luxaciones
SHOCK
Una herida o traumatismo grave se acompaña, en mayor o menor grado, del
estado
denominado shock. Los médicos designan estado de shock al fenómeno de inhibición que se
produce en los traumatizados, que ocasiona una insuficiencia circulatoria periférica,
caracterizada por disminución del volumen sanguíneo, es decir, de la cantidad de sangre por
disminución del volumen circulatorio y por hemoconcentración (sangre espesada por
trasudación del plasma de los capilares al tejido intersticial).
Se distingue el shock primitivo del secundario, esto es, el que se ocasiona después de un cierto
tiempo de ocurrido el accidente y aun el complicado con hemorragia, del que no presenta esta
particularidad, quemaduras extensas, estrangulación intestinal y otras enfermedades.
Este estado se manifiesta clínicamente por palidez, pulso incontable o poco perceptible, sudor
abundante, piel fría, cianosis de las extremidades y gran lucidez o delirio. La respiración es
superficial e interrumpida por suspiros.
Este cuadro, que es independiente en sí hasta cierto grado de la gravedad de la herida, debe
ser tenido siempre en cuenta por los que asisten al lesionado, incitándolos al apresuramiento
en sus maniobras y lo que es más, indicándoles la necesidad de colocarlo en manos
responsables y dotadas de recursos médicos. Mientras tanto se combatirá el enfriamiento del
paciente abrigándolo y dándole bebidas estimulantes, café, algo de alcohol. Esto es lo más
simple que se podrá hacer y es sobre todo inocuo, teniendo en cuenta que el enfermo deberá
ser sometido al verdadero tratamiento, que es la transfusión sanguínea y la plasmoterapia.