PREHISTORIA - Curiosidad por el pasado
Una de las cosas que caracterizan la posición del hombre moderno frente a los problemas del
Universo, es su curiosidad por los hechos del pasado; es su impresión ante la diversidad
existente entre esos hechos y el presente; es por fin su visión histórica. Esta manera de
contemplar las cosas fue desconocida para los antiguos, quienes tenían una visión intemporal.
Esta concepción estática del transcurrir mudable de las cosas nos parece extraña e imposible. Sin
embargo, basta contemplar algunos cuadros de los maestros del Renacimiento y, desde luego,
todas las escuelas pictóricas de los llamados "primitivos", para advertir las incongruencias a
que esa visión intemporal los lleva: escenas bíblicas con personajes que visten los ropajes de los
lansquenetes y ballesteros de la época del pintor, etc.
La contemplación del panorama de lo histórico, con un sentir y una sensibilidad propiamente
histórica, sobreviene, pues, con el advenimiento de la Edad Moderna. Desde entonces se aguza
este enfoque y se escudriña en busca de lo típico, de lo diferencial, de cada época, de cada
cultura, de cada región.
Pero si el descubrimiento de las características de la Historia se remonta hasta ese momento,
debemos esperar hasta el siglo XIX para hallarnos en presencia de la época en que se descubre
la Prehistoria.