HISTORIA DE LA CIENCIA - Los griegos
ANAXAGORAS DE CLAZOMENE (500-428)
Llevó la filosofía natural desde Jonia, enriquecida con sus propias contribuciones, a Atenas. Se
adhirió a las ideas de Anaximandro, también paisano de Tales, anticipando en 2.400 años la
doctrina que actualizaría Darwin, pues enseñó que el hombre desciende de animales inferiores.
Anaxágoras no se contentó con las hipótesis biológicas de su predecesor; disecó animales,
adquiriendo ciertas nociones sobre la anatomía del cerebro, y descubrió que los peces respiran
a través de las branquias. Todavía más importantes son sus hallazgos astronómicos. Reconoce
que la Luna es un cuerpo opaco que recibe su luz del Sol y explica correctamente el fenómeno
del eclipse solar y lunar, el primero por la interposición de la Luna entre la Tierra y el Sol, el
segundo por la interposición de la Tierra entre Sol y Luna. Menos feliz fue su interpretación de
la Vía Láctea, que había tomado como la sombra de la Tierra proyectada sobre el firmamento.
Espíritu clarividente, adivinó que Luna y planetas son masas rocosas y enseñó que el Sol,
masa de metal incandescente, debía de ser mayor que el Peloponeso. Semejante doctrina fue
considerada en Atenas como una injuria contra Apolo, y acusado de impiedad, Anaxágoras
juzgó prudente, a pesar de la protección otorgada por su amigo Pericles, elegir el exilio. Es el
primer caso conocido en la historia de la persecución de las doctrinas científicas en conflicto
con las creencias religiosas (le un momento dado.