HISTORIA DE AMERICA - La revolución de la América española
ITURBIDE Y EL IMPERIO EN MEXICO
El coronel Iturbide fue encargado de batir con 2.000 hombres a Guerrero y terminar con la
revolución. Lejos de eso se entendió con el caudillo del Sur, proclamando el "plan de Iguala"
(1821), por el cual se declaraba la independencia de México, bajo las tres bases siguientes:
religión católica del Estado, sin tolerancia de otros cultos; monarquía constitucional (en la
persona de Fernando VII, de alguno de sus hermanos si no podía desempeñarla
personalmente o de algún miembro de casa reinante en Europa, en caso de desistimiento de
aquéllos) y la supresión de castas y privilegios separatistas entre americanos y europeos.
Como el virrey no aceptase este "plan", la opinión se dividió en dos bandos. Finalmente el
virrey fue depuesto y en agosto de 1821 Iturbide penetró triunfalmente en la capital.
Casualmente, un nuevo virrey, el irlandés O'Donojú, acababa de llegar tres días antes al
puerto de Veracruz. O'Donojú e Iturbide se concertaron, llevando a cabo la "capitulación de
Córdoba", ciudad en la que se habían encontrado. Este convenio ratificaba el "plan" anterior,
con la única modificación de dejar en manos de un Congreso, que debía de reunirse en México,
la elección de la persona del emperador, perteneciese éste o no a familia actualmente reinante.
Esto suprimía el mayor obstáculo que impedía a Iturbide llegar a esa dignidad suprema. Pero
antes se designó una junta gubernativa de cinco miembros de la que formaba parte el virrey
y que estaba presidida por Iturbide a la espera de la ratificación por Fernando VII. La
muerte de O'Donojú, ocurrida pocos días después, ayudó al meteórico encumbramiento de
Iturbide.
Sin embargo, tanto españoles como muchos jefes revolucionarios temían su poder excesivo.
Entonces se tramó una conspiración, luego frustrada. El primer congreso nacional
solemnemente inaugurado el 24 de febrero de 1822 (al año justo de la firma del "plan") no le
era demasiado afecto y removió algunos miembros de la junta de gobierno que le eran adictos,
reemplazándolos por personas que le eran contrarias. Como la "capitulación de Córdoba"
fuese rechazada en España, Iturbide se vio en la necesidad de provocar un pronunciamiento
del ejército. Sus soldados le proclamaron emperador en el teatro y al día siguiente (19 de mayo)
el Congreso tuvo que aceptar como válida esa designación. La coronación fue suntuosamente
hecha en la catedral el 21 de julio, con carácter hereditario. Iturbide se hizo acordar un sueldo
de un millón y medio de pesos anuales y creó su corte familiar. Pronto resurgió la oposición. A
los tres meses, Iturbide tuvo que cerrar el Congreso. En diciembre el general Santa Ana
proclamó la República. Muchos generales se pasaron a su lado. Iturbide abdicó el 19 de marzo
de 1823. El Congreso le otorgó una renta de 25.000 pesos anuales, con la obligación de residir
en Italia.