HISTORIA DE AMERICA – De las Provincias Unidas a la organización argentina
Hemos tenido que soslayar el proceso anárquico de los levantamientos de los caudillos
belicosos durante el año 1820 y la formación de las provincias que van surgiendo, entre luchas
y choques, con el auge de la doctrina federalista frente al centralismo unitario de Buenos Aires,
así como el fugaz período progresista en el que Rivadavia es la figura principal. Ministro
enormemente influyente y eficaz en el gobierno provincial de Rodríguez, fracasa en la
presidencia de la República. Creó en 1826 la enfiteusis y el Banco Nacional (sobre la base de su
anterior organización de la tierra pública y del Banco de Descuentos).
A la caída de las autoridades nacionales, provocada por el primer tratado de paz con el Brasil,
restablecida la autonomía de la provincia de Buenos Aires (que había sido prácticamente
suprimida por la Ley Capital de la época rivadaviana), sube al gobierno provincial Dorrego,
bajo cuyo gobierno se firma definitivamente la paz con el Brasil. El ejército argentino comenzó
a regresar. El general Lavalle se sublevó con la división que había comandado, cuando ésta
llegó a la capital. Aunque no era unitario, los jefes civiles de ese partido comprendieron que él
era el hombre que necesitaban y estimularon su resentimiento. Dorrego, tomado de sorpresa,
tuvo que huir a pedir auxilio al caudillo del Sur: Rosas. Este había formado un regimiento de
"colorados", con asiento en Monte, con los cuales había restablecido a Rodríguez en el poder,
en 1821, recibiendo por ello el cargo de jefe de las milicias de esa frontera.
Lavalle se hizo aclamar popularmente como gobernador y derrotó a Dorrego y Rosas en
Navarro. Rosas huyó a reunirse con las tropas del santafesino López, en tanto que Dorrego,
entregado por su propia escolta, fue fusilado a instigación de los jefes del partido unitario. fue
un terrible error político. Lavalle pensó dominar el litoral y que Paz —otro de los generales
que volvía del Brasil— haría lo propio con el interior. Paz, después de unos primeros
percances, consiguió instalarse sólidamente en el interior (creando en agosto de 1829 la Liga
Unitaria, de la que fue el jefe militar, con las provincias de todo el centro, norte y oeste del
país), después de haber vencido a Quiroga en La Tablada y antes de hacerlo otra vez en
Oncativo. Lavalle, en cambio, fue vencido por López y Rosas. Las convenciones de Cañuelas y
Barracas (junio y agosto de 1829) lo eliminaron, obligándole a retirarse a Montevideo.
Viamonte, federal moderado, resultó electo y, poco después, restauró la Sala federal que había
elegido a Dorrego. Ante ella renunció. No quedaba más que nombrar a Rosas.
