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HISTORIA DE AMERICA - La época del Descubrimiento
EL PRIMER VIAJE
Con tres naves, la Santa María, la Pinta y la Niña, de 180 a 140 toneladas cada una, se formó la
escuadrilla que le fue confiada. La primera era de propiedad de Juan de la Cosa. Las otras dos
eran, respectivamente, aunque la versión tradicional se las atribuye a los Pinzón, de Gómez
Rascón y Cristóbal Quinteros (la segunda) y de la familia de los Niño (la restante), armadores
del puerto de Palos. Primero, como de costumbre, recalaron en las Canarias, eludiendo
puertos portugueses. Reunidos a la altura de la isla Gomera, se dirigieron mar adentro,
llegando (el 19 de septiembre) al mar de los Sargazos. Su aspecto les hizo esperar que la tierra
estuviese cercana, pero no era así. La navegación se hizo penosa y la tripulación, amedrentada,
se amotinó, a pesar de que Colón venía conteniendo a su gente con el engaño de llevar un
doble cuaderno de bitácora (ambos finalmente perdidos).
El 7 de octubre —y para contentar a las gentes, que habían perdido la fe en su Almirante—
Colón aceptó una sugestión hecha el día anterior por Pinzón, alterando su ruta para seguir el
rumbo de las aves. De esta forma su suegro, Bartolomé Perestrello, había arribado a Porto
Santo y era ésta una práctica recomendada en trances análogos. En la madrugada del 12 de
octubre se avistó tierra. Era la pequeña isla de Guanahani, una de las pequeñas Antillas, según
se cree, en el archipiélago de las Lucayas. América estaba descubierta.
No era ésta, sin embargo, la opinión de su descubridor, quien creía haber llegado donde se
proponía, es decir, a las Indias (y en esa convicción murió, pese a sus cuatro viajes). Al tomar
posesión de la isla con las ceremonias de estilo, la bautizó con el nombre de San Salvador.
Luego siguió su navegación en busca de nuevas y más vastas tierras. Estaban en un
archipiélago y, sucesivamente, hallaron islas a las que dio el nombre de Santa María,
Fernandina, Isabela, Juana (la futura Cuba) y la Española (hoy Santo Domingo). En sus costas
tuvo Colón la desgracia de perder la carabela capitana y dispuso dejar en tierra el excedente
de tripulación. Allí hizo levantar entonces un fuerte, al que llamó de la Natividad, por haber
sido fundado el 25 de diciembre. En el viaje de regreso —luego de una tempestad que
dispersó las naves—, Colón recaló en las Azores, dominio portugués. Pudo eludir una
expedición que el rey de Portugal envió para interceptar su regreso y llegó a Lisboa el 4 de
marzo
de 1493. Allí le esperaban reclamaciones del monarca portugués (que alegaba que lo
descubierto por Colón estaba dentro de la parte del mar cuya jurisdicción poseía Portugal
desde 1480). El descubridor negó el hecho, dando una ubicación falsa, en muchos grados, para
las nuevas tierras y, bajo la protección de los embajadores de Castilla y Aragón, se hizo de
nuevo a la mar hacia España, encontrándose con los Reyes Católicos en Barcelona.