HISTORIA DE AMERICA - Las Colonias del Norte
LOS ESTABLECIMIENTOS DE LA NUEVA INGLATERRA Y LA COMPAÑIA DE LA BAHIA
DE MASSACHUSSETS
Nueva Inglaterra es el nombre que tomaron las tierras adjudicadas a la Compañía de
Plymouth, desde 1615. Su gobernador, sir Ferdinand Gorges, consiguió que el monarca
otorgara en 1620 una nueva concesión a un grupo de señores de la corte, que recibió el nombre
de Consejo de la Nueva Inglaterra. Sin embargo, el primer grupo de pobladores fue el que
llegó en el famoso navío Mayflower, con el que arribaron a Plymouth los cien peregrinos que
habían de componer una célula religiosa y social extraordinariamente vivaz y dar una
fisonomía particular a la nueva colonia. Pertenecía a los Independientes, o Separatistas. Su
intento inicial había sido hecho en Holanda, pero no deseando perder su individualidad social
en medio de la sociedad valona, habían vuelto a partir para América. Su primer gobernador,
Bradford, nos ha dejado una History of Plymouth plantation en la que se describen los
primeros años del comienzo de esa región.
En 1628 un grupo de gentiles hombres puritanos recibió la merced y el encargo de poblar la
región de la bahía de Massachussets. Al año siguiente recibieron la carta real y al subsiguiente,
en 17 navíos, trasladaron un millar de colonos con los que fundaron Boston. El gobernador
Winthrop y el pastor Cotton tuvieron casi por veinte años a su cargo la vida de la naciente
colonia. En 1629 Carlos I cerró el Parlamento. Como protesta, la Compañía se trasladó a sus
tierras americanas, llevando su carta. Cuando el rey la reclamó, en 1634, se estuvo a punto de
una lucha civil. La sublevación de Escocia obligó al rey a ocuparse de cosas más apremiantes.
De 1630 a 1640, 25.000 personas, que huían del despotismo real, recibieron protección en
Boston y en los alrededores de la naciente, pero ya prometedora colonia.
Ahora bien, muchos de esos refugiados eran personas de una cultura refinada y de más que
una mediana educación. Esas circunstancias dieron el tono a la naciente colonia y, desde
entonces, Boston fue el centro intelectual y cultural de los futuros Estados Unidos.
