HISTORIA CONTEMPORANEA
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Las potencias autocráticas
y los movimientos
emancipadores
HOLANDA Y BELGICA
Re ordenado por el congreso de Viena, el reino de los Países Bajos comprendía Holanda y
Bélgica, pero suponía una marcada superioridad política de los holandeses. La rivalidad
nacional se manifestaba en el idioma y, sobre todo, en la religión, pues los holandeses eran
protestantes y los belgas católicos. Al estallar el movimiento de julio en Francia, los grupos
nacionalistas y liberales belgas se pronunciaron en Bruselas contra el gobierno holandés y
comenzaron a luchar por su independencia. Solamente Inglaterra y Francia parecieron
interesarse en el conflicto, y Luis Felipe tuvo la prudencia de rechazar la corona belga que los
revolucionarios ofrecían para uno de sus hijos. De ese modo no fue difícil llegar a un acuerdo
con Inglaterra, que no se opuso a la independencia y aceptó a Leopoldo de Sajonia Coburgo
como rey del nuevo estado independiente. Por un tratado firmado en 1839, las principales
potencias europeas, inclusive Holanda, reconocieron la independencia belga y la situación del
nuevo país quedó asegurada para el futuro.