HISTORIA CONTEMPORANEA - Francia y el Segundo Imperio
LA SEGUNDA REPUBLICA
Así como para Italia la revolución de 1848 tuvo también consecuencias trascendentales para
Francia, aunque en sentido inverso desde el punto de vista político. Si allí el fermento
revolucionario logró crear el triunfo del liberalismo, en Francia la insinuación de las nuevas
fuerzas sociales de tendencia revolucionaria congregaron a la opinión pública alrededor de
ciertos principios conservadores que, en determinado instante, pareció encarnar Luis
Napoleón Bonaparte. Este estado de ánimo permitió la instauración del Segundo Imperio,
cuya evolución concluyó en un desenlace trágico para Francia.
Resultado del esfuerzo conjunto de fuerzas en el fondo antagónicas, la segunda república se
desenvolvió dentro de terribles dificultades. Después de contenido el movimiento socialista en
junio, la opinión de la burguesía se inclinó sensiblemente hacia la derecha y decidió con su
voto la elección presidencial en favor de Luis Napoleón Bonaparte, que si bien en cierto modo
simbolizaba la tradición liberal, representaba al mismo tiempo la concepción autoritaria del
poder propia de Napoleón I. Esta confusión fue hábilmente explotada por el candidato, que
resultó elegido por muy diversos grupos de opinión.
Como presidente de la república, Luis Napoleón se condujo con suma astucia y logró reducir
la influencia política de los grupos más decididamente liberales y de la masa trabajadora; puso
freno a la acción de los opositores y,
finalmente, trató de atraerse la buena voluntad de los
elementos conservadores especialmente mediante un acrecentamiento de la influencia de la
Iglesia. Así preparó el ambiente para abatir la república.