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HISTORIA CONTEMPORANEA – La Europa de posguerra
VERSALLES
Tomadas las providencias militares necesarias para asegurar la victoria, los aliados
comenzaron a preparar la conferencia de la paz, que debía reunirse al año siguiente.
Inspiraban las negociaciones los hombres que presidían los destinos de los países vencedores:
el presidente Wilson de los Estados Unidos; Poincaré, Clemenceau y Briand en Francia; Lloyd
George, Asquith, Balfour y Bonar Law en Inglaterra; Orlando en Italia. Alemania, por su parte,
había llevado a I gobierno al presidente Ebert, bajo a ya inspiración trató de defender de la
mejor manera posible los intereses alemanes.
El 13 de enero de 1919 se reunió la conferencia de la paz en el palacio de Versalles y las
negociaciones duraron hasta mediados de año. El punto de partida de los aliados fue el plan
de los "Catorce puntos" que el presidente Wilson había formulado en enero de 1918, y en e que
se echaron las bases para un sistema de seguridad internacional cuyo eje debía ser una
sociedad de naciones para la resolución de los problemas internacionales.
La creación de la Sociedad de Naciones fue, en efecto, el primer punto que estableció el tratado
de Versalles, firmado el 28 de junio de 1919. Las estipulaciones más importantes se referían a
las cuestiones territoriales y a las garantías que Alemania debía dar a los aliados para asegurar
el cumplimiento de las condiciones de paz.
Por ese documento, Francia recobraba las provincias de Alsacia y Lorena, y Polonia recibía
Posnania, Bélgica, por su parte, quedaba en poder del distrito de Moresnet; y en el Báltico, se
establecía la posesión de la Prusia polaca por Polonia y del puerto de Memel por Lituania.
Finalmente, y teniendo en cuenta los problemas internacionales que su posición comportaba,
se declaró la independencia de la ciudad de Danzig, bajo el control de la Sociedad de Naciones.
En cuanto al territorio del Sarre, quedaba en posesión de Francia durante quince años en
calidad de indemnización por las pérdidas sufridas durante la guerra, debiendo realizarse
luego un plebiscito para resolver su destino definitivo; y al mismo régimen de plebiscito se
sometían Prusia oriental y alta Silesia —que quedaban en poder de Polonia—y el Schleswig,
que era ocupado por Dinamarca.
En cuanto a las garantías que debía ofrecer Alemania se contaba la ocupación del territorio de
la orilla izquierda del Rin por los aliados y la reducción del ejército alemán a 100.000 hombres.
Los territorios de la orilla derecha del Rin debían ser desmilitarizados y le quedaba vedado a
Alemania poseer aviación, fabricar armas y exceder un cierto reducido tonelaje de barcos de
guerra. Debía pagar, además, una fuerte indemnización de guerra.