HISTORIA MODERNA - Inglaterra y Holanda en el siglo XVIII
LA EPOCA DE LOS HANNOVER
Vacante la corona en 1714, correspondía la sucesión según el Acta de establecimiento al elector
de Hannóver, quien reinó con el nombre de Jorge I. Era éste un príncipe alemán que ignoraba
el idioma inglés y que, en consecuencia, se abstuvo de intervenir en el gobierno, dejando que
ejerciera libremente sus funciones el primer ministro. Este, a su vez, solía ser representante del
mayor grupo de opinión de los que formaban parte del parlamento, que eran por entonces los
whigs. Con ellos gobernó Jorge I durante su reinado, mientras el Jorge adverso, el de los tories,
se mantenía en una especie de postergación debido a su tendencia absolutista y a que,
últimamente, había pretendido restaurar a los Estuardos.
La abstención del rey en los asuntos de gobierno contribuyó muy favorablemente al
robustecimiento del poder del Parlamento. Esta situación se prolongó durante el reinado de
Jorge II, quien llamó al ministerio a Guillermo Pitt, un político y estadista de inestimables
dotes. A él se debió también el afianzamiento del régimen parlamentario, pues a pesar de que
tuvo que gobernar en una época muy difícil por las repercusiones sociales de la revolución
industrial y las guerras exteriores supo conducir el estado con mesura y robustecer el orden
legal con energía.
Finalmente llegó al poder Jorge III, en 1760, y con él se inició un período de caracteres distintos
a los de sus dos predecesores. 'Jorge III era ya inglés y se mostró decidido a no representar el
papel que adoptaron aquellos que le habían precedido. Quiso gobernar por si misma, y no
vaciló en apelar a toda clase de expedientes para lograr que el Parlamento no le fuera adverso,
sin excluir el soborno o la amenaza. Los tories lo secundaron en sus planes y apoyaron su
política, pero la reacción fue enérgica y desembocó en una agitación que frustró los propósitos
del rey, quien se vio obligado a ceder.
El movimiento emancipador que estalló en las colonias de América del Norte contribuyó
también a desacreditar el gobierno personal de Jorge III, y poco después los whigs fueron
llamados nuevamente al gobierno. En 1783, el rey llamó al ministerio a Guillermo Pitt, el hijo
del ministro del mismo nombre que había ejercido el poder en época de su padre, y la
extremada habilidad del joven estadista pudo restablecer el libre ejercicio del gobierno
parlamentario.
En la conducción de las relaciones exteriores, Guillermo Pitt reveló una clara visión de los
intereses de Inglaterra y
una formidable tenacidad para imponer sus designios. Durante su
ministerio estalló en Francia la revolución de 1789, y Pitt encarnó desde el primer momento la
reacción contra los principios que sustentaba aquélla, entendiendo que la transformación
política de un pueblo sólo podía hacerse siguiendo la línea de sus tradiciones y no mediante la
imposición de normas racionalmente determinadas. Sobre todo, Pitt se manifestó decidido a
contener la expansión de las doctrinas revolucionarias y puso toda su energía en la labor de
respaldar la resistencia de Europa. Desde entonces, Inglaterra asumió la misión de coordinar
todos los esfuerzos contra Francia.
EL REY JORGE III DE INGLATERRA. Durante su larguísimo reinado, Jorge III ensayó el
gobierno personal, y cedió finalmente, sometiéndose a la autoridad del Parlamento.