HISTORIA MODERNA - La época de Carlos V
LA EUROPA AJENA A CARLOS V
Francisco I, el rival de Carlos V, gobernó a Francia en una época de cierto esplendor. Ya estaba
lejos el tiempo de las guerras civiles, y el rey se manifestaba como un espíritu abierto y
generoso. A él se debió el desarrollo en Francia del movimiento renacentista; a él la llegada a
Francia de algunas figuras ilustres de Italia; a él la implantación de nuevas instituciones para
el cultivo de las nuevas corrientes humanísticas.
En Inglaterra, el rey Enrique VIII (1509-1547) trataba de sortear las dificultades que le
planteaba el conflicto entre las dos grandes potencias del continente. Por razones de familia
estuvo cerca del imperio hasta 1527, porque, en efecto, estaba casado con una tía de Carlos V,
Catalina de Aragón; pero en ese año decidió divorciarse, y a este deseo siguió su cambio de
actitud frente al papado, que condujo a la reforma anglicana, y su cambio de actitud frente al
emperador, a quien se opuso desde ese mismo año. Absolutista y muy personal en el manejo
de los negocios públicos, Enrique VIII fijó el tipo de autoridad propio de los Tudores, en el que
se destacaría luego su hija Isabel.
Finalmente, sobre la frontera oriental del imperio cristiano, se levantaba otro imperio
musulmán: el de los turcos otomanos, a cuya cabeza estaba por entonces uno de los sultanes
más notables que tuviera: Solimán el Magnífico, que reinó desde 1520 hasta 1566. Fijado en sus
fronteras, el imperio otomano se había afianzado y se sentía ahora en condiciones de reiniciar
la ejecución de su nunca abandonado proyecto de marchar sobre el centro de Europa; así, al
requerimiento de Francisco I, no vaciló en lanzarse contra Hungría y poner sitio a Viena.
Fracasó en esta última empresa, pero no por eso fue menos evidente que constituía un peligro
terrible para la Europa cristiana, a la que, además, proporcionaba un modelo de organización
política: la autocracia, que no dejó de tentar a algunos monarcas.