HISTORIA MEDIEVAL - La filosofía, las letras y las artes en la baja Edad Media
LA LITERATURA
También la literatura recibió un considerable estímulo con el acceso de la burguesía al plano
de la cultura. En el Libro de buen amor, del Arcipreste de Hita; en los Cuentos de Canterbury,
de Chaucer; en el Libro de los ejemplos del Conde Lucanor, del infante don Juan Manuel; en El
gran testamento, de Francisco de Villón; en el Decamerón, de Boccaccio, en El Corbacho, del
Arcipreste de Talavera todas ellas obras representativas de la literatura de la baja Edad
Media se advierte cómo se refleja no sólo el ambiente de las ciudades, sino también los
nuevos módulos que rigen la vida y la conducta.
También satisfacía al gusto burgués por vía de compensación la novela de caballerías,
último destello de la inspiración caballeresca, en la que se mezclaba ya el interés por lo exótico
y maravilloso que habían suscitado las Cruzadas. Y en las cortes de Italia o de España recibían
el agasajo de los poderosos los poetas que, en lengua vulgar, reflejaban los más delicados
sentimientos; fue Dante, con sus poesías de La vida nueva, quien inauguró esta escuela en la
que brillaría sobre todo Petrarca, el dulce poeta de los sonetos a Laura, y, en España, el
marqués de Santillana y los poetas galaico-portugueses.
Con todo, la más grave voz de la Edad Media resonó en Dante, cuando resumió en La Divina
Comedia el nuevo gusto literario y la tradicional concepción de la vida. Dante Alighieri
admiraba a Virgilio e impuso su admiración por los poetas latinos; en La Divina Comedia, la
inspiración de Virgilio es innegable, pero está saturada por el pensamiento doctrinario del
cristianismo. Y en el Paraíso donde no aparece ya Virgilio, que lo había conducido por el
infierno y el purgatorio surge la figura de Beatriz, la amada inalcanzada, reflejo de una
concepción de la mujer nutrida de los antiguos y los nuevos ideales.