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HISTORIA ANTIGUA - La época helenística
LA CULTURA HELENISTICA
LA FILOSOFIA Y LA CIENCIA. El pensamiento filosófico de la época helenística arranca de
Aristóteles. Sus investigaciones habían inaugurado un nuevo método para el estudio por
separado de diversos problemas que hasta entonces se confundían en la filosofía, tendencia
que fue seguida luego por sus discípulos y continuadores. Aristóteles dejó una obra vastísima,
delimitada en una serie de tratados tales como la Poética, la Etica —sobre la cual escribió tres
obras— la Metafísica, la Física, la Política, y, sobre todo, el árgano o tratado de lógica; cada una
de estas obras correspondía a una rama del saber, que luego continuó siendo estudiada
separadamente por sus discípulos y por los que siguieron las huellas de éstos. Hay así, en el
período helenístico, una marcada separación entre los estudios puramente filosóficos, y los
que corresponden a las distintas ciencias.
En el campo de la filosofía, distintas escuelas estudiaron con diferente punto de vista los
principales temas de esas disciplinas, pero, en general, coincidían todas en la trascendencia
que le atribuían al problema de la moral y de la conducta. Los cínicos primero, los estoicos,
epicúreos y escépticos luego, trataron de establecer cuál era el sumo bien a que podía aspirar el
hombre y cuáles eran los caminos que debía seguir para alcanzarlo, para lo cual ahondaron en
los problemas éticos, psicológicos y metafísicos, y aun en otros campos de la filosofía cuyos
secretos parecían decisivos para la resolución de los enigmas que los preocupaban. Zenón el
estoico, Epicuro, y Pirrón el escéptico son las primeras figuras de esas escuelas, en las que se
destacaron luego Cleanto, y Crisipo entre los estoicos, Metrodoro y Hermarco entre los
epicúreos y Timón y Carneades entre los escépticos; hubo luego, en estas tres direcciones,
continuadores romanos de valor como Séneca y Marco Aurelio, Lucrecio y Sexto Empírico.
En el campo de las ciencias, fueron numerosos los investigadores que alcanzaron valiosos
resultados. En materia de astronomía, física y matemáticas se distinguieron Eratóstenes, que
midió con bastante exactitud el meridiano terrestre, Aristarco, que insinuó los principios del
movimiento de la tierra contra la opinión de todos los sabios de su tiempo, Arquímedes, que
descubrió algunos principios fundamentales de la mecánica, y Euclides, que estableció las
bases de la geometría. Hubo también médicos ilustres que analizaron los caracteres del cuerpo
humano, su anatomía, su fisiología y su patología; y no faltaron naturalistas que comenzaron a
describir la fauna y la flora.
Estos estudios se difundieron ampliamente por el mundo helenístico gracias a las bibliotecas,
academias y universidades que se establecieron en las principales ciudades, fue famosa la
biblioteca de Alejandría por el prodigioso número de obras que contenía y por las numerosas
copias que de ellas lanzó a la circulación; pero no fue menos famoso el Museo, verdadera
universidad a la que concurrían estudiantes de las más lejanas regiones. Así se elaboró y se
generalizó un saber rico en posibilidades, que heredaron los árabes y que ha llegado a nuestros
días sin perder su valor inicial.