HISTORIA ANTIGUA - Las ciudades griegas hasta el siglo VI a. de J. C.
LAS MIGRACIONES
Los dorios entraron a sangre y fuego en las viejas ciudades de los aqueos. Eran guerreros
brutales y, a diferencia de éstos, no respetaron ni asimilaron la civilización que hallaban a su
paso. En algunas ciudades se instalaron como dominadores y expulsaron o sometieron a las
poblaciones que las habitaban; otras veces fundaron ellos nuevas ciudades, con preferencia en
algunas posiciones estratégicamente situadas; de todas ellas, Esparta fue la más importante y
allí crearon los dorios un estado en el que mantuvieron con pocas alteraciones sus
tradicionales costumbres, tan admirables por su sobriedad, como por su espíritu bélico.
Ante el avance de los dorios, muchos pueblos optaron por huir y así se produjo una dispersión
de griegos a la cual se debió la fundación de muchas ciudades en toda la cuenca del Egeo.
Surgieron así las de la costa del Asia Menor, las de las islas Cícladas y Espóradas y algunas de
la misma Grecia. En todas ellas se estableció un régimen aristocrático, en el cual sólo un
pequeño grupo poseía la tierra y los derechos políticos, en tanto que los demás habitantes se
hallaban en precaria situación económica y social. De estas ciudades, unas fueron marítimas y
se dedicaron especialmente a la navegación y al comercio, en tanto que otras, enclavadas en el
territorio, mantuvieron, en la medida en que lo permitía el suelo, su intensa actividad en el
cultivo de los campos.
En las ciudades marítimas, las clases pobres comenzaron a crecer en número y la escasez de
sus recursos planteó graves problemas sociales; pero como el mar incitaba a tentar fortuna en
otras tierras, muy pronto comenzó una nueva era de migraciones, que tuvo ahora el carácter
de una colonización sistemática.