HISTORIA ANTIGUA - Las ciudades griegas hasta el siglo VI a. de J. C.
LAS CONSECUENCIAS DE LA COLONIZACION
Las colonias griegas tuvieron un rápido florecimiento; eran los colonos hombres ávidos de
mejorar su suerte y acostumbrados al trabajo, de modo que su actividad fue incansable y los
resultados que obtuvieron inmensos. Así, cada colonia llegó a ser muy pronto un emporio de
riqueza.
Lo fundamental de su actividad fue la producción de cereales, productos que encontraban fácil
acogida en las viejas ciudades griegas porque en ellas no se producían; pero a medida que la
prosperidad se acentuaba, surgieron también las industrias y, con todo ello, el comercio
adquirió un extraordinario volumen. Esta intensa actividad económica trajo consigo la
aparición de la moneda, como elemento indispensable para facilitar las transacciones; y la
moneda, a su vez, provocó profundas alteraciones en el régimen social.
En efecto, como la tierra había sido hasta entonces el único signo de la riqueza, sus poseedores
esto es, la nobleza ocupaban el primer lugar en la sociedad griega; pero el desarrollo
económico y la aparición de la moneda trajeron consigo la aparición de una nueva clase social
cuya característica era la de poseer considerables fortunas y que, naturalmente, aspiró a lograr
una mejor situación dentro de la vida política. Surgieron entonces en casi todas las ciudades
griegas conflictos sociales y políticos que culminaron en revoluciones sangrientas; pero los
nuevos ricos, y los humildes a quienes arrastraban en el fragor de la lucha contra los odiados
propietarios de la tierra, consiguieron arrancar a éstos parte de sus privilegios: nuevas
constituciones se dictaron en muchos estados, y, entre todas, es singularmente característica la
que ideó para Atenas el legislador Solón, a principios del siglo VI.