HISTORIA ANTIGUA - Aqueos, hebreos y fenicios
LOS AQUEOS
Ya dijimos cuál fue el resultado de la marcha de los aqueos por la Grecia: se apoderaron de las
factorías fundadas por los egeos e hicieron de Micenas su centro político y militar más
importante. Pese a la conquista, los aqueos no aniquilaron la civilización egea sino que
supieron asimilarla. Aprendieron a construir edificios y a fabricar toda clase de objetos, y
resultaron aventajados discípulos en el arte de la navegación. Ese pueblo destruyó las más
importantes ciudades cretenses. La consecuencia fue que el dominio marítimo del mar Egeo
pasó a manos de los aqueos, quienes fundaron numerosas colonias en las diversas islas de ese
mar y en la costa del Asia Menor. En general, y salvo algunas confusiones propias de la
tradición oral, puede decirse que estos aqueos son los protagonistas de los poemas que
compuso Homero, de modo que quien lea con atención la Riada y la Odisea tendrá una
imagen bastante fiel de cuál fue el grado de civilización que alcanzó este pueblo tras la
absorción de la cultura egea.
Los aqueos prefirieron la vida urbana y cada una de sus ciudades constituyó un Estado
independiente. Su historia nos es desconocida, pero, así como en los poemas homéricos, nos
quedan rastros de ella en las más viejas tradiciones griegas. Otras más modernas, en cambio,
nos hablan de cómo sucumbieron, al finalizar el milenio, a manos de otro pueblo también
indoeuropeo: los dorios.