HISTORIA ANTIGUA - La aparición del Cristianismo
SAN PABLO
Entre estos propagandistas de la nueva fe, ninguno tiene tanta importancia como San Pablo.
Judío de origen, había sido educado según las costumbres helénicas y conocía bien las
doctrinas filosóficas griegas. Según la tradición, persiguió durante sus primeros años a los
cristianos, pero tuvo una revelación en el camino de Damasco, después de la cual se convirtió
y dedicó su vida a enseñar las doctrinas de Jesús. Se le llamó el "apóstol de los gentiles",
porque sostuvo la necesidad de predicar la nueva fe entre todos los hombres, sacándola así del
seno de las comunidades judías, donde algunos querían mantenerla encerrada. San Pablo
universalizó la doctrina cristiana, y a sus esfuerzos se debió la aparición de comunidades de
esa fe en todas las ciudades importantes del Mediterráneo.
Tan activa fue la propagación del cristianismo, que, ya en época de Nerón, se suscitó una cruel
persecución que costó la vida a muchos fieles de esa fe. Más tarde, en época de Domiciano,
volvió a repetirse con mayor crueldad, pero también con el mismo resultado; porque, en
efecto, las persecuciones no sólo no debilitaron al cristianismo sino que, por el contrario, lo
fortalecieron con el sacrificio de los fieles. Con todo, durante este siglo, y aun en el curso del
siguiente, el número de cristianos no fue muy considerable fuera de las regiones orientales del
imperio. Será en el siglo ni cuando se notará en las filas del cristianismo un movimiento de
intensa propagación, que preparará su reconocimiento por Constan tino en el siglo 'v.