GEOGRAFIA POLITICA - Cuestiones de demogeografía
LA VIVIENDA
Se denomina vivienda natural a la morada que el hombre construye en los ambientes rurales,
con los elementos que la naturaleza pone a su disposición y según un esquema que guarda
relación con las condiciones climáticas y sociales imperantes. Por lo que antecede queda
excluido del concepto de vivienda natural la residencia urbana, construida con materiales
fabricados ex profeso y según planos adecuados a la técnica, refinamiento, suntuosidad y
sentido artístico de los moradores. Así definido el concepto de vivienda natural, ella es un
fenómeno geográfico, o sea, una muestra de la plena congruencia de la actividad del hombre
con el medio natural a cuyos arbitrios ineludibles debe someterse. No otra cosa prueba la
constancia de ciertas formas y esquemas cuando se presentan los mismos factores
determinantes. Veamos, pues, una región boscosa, donde la vivienda se ve construida con
troncos; una comarca de montañas des_ provista de vegetación, donde las casas desperdigadas
se han fabricado con piedras; este otro país de planicies sin árboles, donde se edifican
viviendas con barro y paja, y no podrá negarse la relación entre el medio natural y la vivienda.
El ejemplo más significativo de tales figuras geográficas es el iglú de los esquimales, del que
antes hemos hecho una ligera referencia; este curioso refugio de los desamparados desiertos
fríos está construido con placas de hielo, que es el único material disponible en tan excepcional
ambiente; además del material, la forma del iglú revela una estricta adaptación al ambiente,
pues la forma cónica y poco prominente conjuga a la perfección con la necesidad imperiosa de
resistir los terribles vendavales de las zonas árticas y sus copiosas nevadas.
La influencia de las condiciones socia_ les en el modelo de vivienda se manifiesta en la que
ciertas tribus construyen para todo el grupo de individuos que forman la unidad familiar. Lo
interesante finca en que esta unidad no consiste meramente en la pareja matrimonial y su
descendencia, sino en un crecido número de parejas y la prole, unidas por algún vínculo
consagra do como institución consuetudinaria. De tal manera la vivienda es una construcción
de grandes dimensiones, donde se cobijan promiscuamente hasta cien personas en ciertos
parajes de Nueva Guinea. Todo esto, por cierto, sin perjuicio de las influencias geográficas que
antes habíamos analizado y que no son las únicas.