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GEOGRAFIA FISICA - La Tierra en el Sistema Solar
ZONAS TERRESTRES
La franja terrestre comprendida entre ambos trópicos se llama zona tórrida o intertropical, y se
caracteriza por sus temperaturas constantemente elevadas, pues siendo exigua la inclinación
de los rayos solares que llegan a su superficie, el calor recibido, transmitido luego a la
atmósfera, es mayor que en el resto del globo.
El exceso de calor determina una intensa evaporación de los mares, siendo la pluviosidad de la
zona muy considerable, lo que favorece el desarrollo de una vegetación exuberante. Esto
ocurre principalmente entre los paralelos 10° N y 100 S, en una faja del globo llamada zona
ecuatorial, a la que pertenecen, por ejemplo, la Guinea, el Congo, la llanura amazónica y la
Malasia. La humedad excesiva impide que en esta región las temperaturas alcancen valores
muy elevados, hecho que acontece en cambio en los desiertos tropicales (Sahara, por ejemplo),
donde la sequedad de la atmósfera permite una gran variabilidad de las temperaturas,
llegando éstas a alcanzar más de 500 centígrados.
A cada lado de la zona intertropical, entre los 23° 27' y 66° 33' de latitud, se extienden las zonas
templadas, pudiendo llamarse a la del Norte, zona templada Boreal y a la del Sur, templada
Austral. Constituyen las regiones de la Tierra más propicias para ser habitadas por el hombre
blanco, aunque sólo en la Boreal las tierras emergidas alcanzan una gran extensión superficial.
Las diferencias entre el verano y el invierno se hacen sentir bastante y la vegetación está
adaptada para sufrir estos cambios.
No hay que pensar que el pasaje de la zona intertropical a las templadas se hace en forma
brusca y regular; existen todas las transiciones y, además, diversas causas modificadoras
(altura, proximidad al mar, etc.) determinan que en pleno ecuador existan porciones de
territorio de clima frío (Andes ecuatorianos, en América del Sur; montes Ruwenzori, en Africa),
aunque su área sea en conjunto poco significativa.
Entre los paralelos 66° 33' N y 66° 33' S y los respectivos polos quedan comprendidos los
casquetes polares o zonas frías de la Tierra, en las que apenas puede advertirse la estación
estival. Como los círculos polares (así se llama a ambos paralelos de 660 33') comienzan a partir
de los lugares donde la noche o el día pueden prolongarse por más de 24 horas, en ambos
casquetes se produce el fenómeno del Sol de medianoche; se trata simplemente de que este
astro permanece sobre el horizonte aun en el momento en que para latitudes más bajas reina la
medianoche, debido a la gran inclinación de su trayectoria aparente. Esto ocurre durante la
estación estival; en invierno es la noche la que se alarga desmesuradamente no apareciendo el
Sol sobre el horizonte ni aun a mediodía. En los polos, la noche y el día pueden prolongarse
alternativamente unos seis meses. En las proximidades de estos puntos terrestres es imposible
la vida debido a las temperaturas constantemente bajas y a la ausencia de vegetación, estando
los mares casi siempre helados y las tierras cubiertas de nieve y masas de hielo que nunca se
funden totalmente (sobre el mar constituyen la banquisa polar).