GEOGRAFIA FISICA - Estructura del globo terrestre
EL NUCLEO TERRESTRE.
Procedimientos físicos de gran precisión han permitido deducir que la densidad media del
globo terrestre es de 5,5. Este número significa que si pudiéramos mezclar perfectamente los
materiales que componen la corteza con los del interior del planeta hasta hacer una masa
homogénea, un decímetro cúbico de estos materiales pesaría 5 kg. y medio.
Esta densidad media es relativamente elevada en comparación con la de las rocas superficiales
de los continentes, que apenas pasa de 2,5, llegando pocas veces a 3, salvo en el caso de los
metales, que son poco abundantes en la superficie terrestre. Es preciso suponer que en las
grandes profundidades del planeta los materiales constitutivos han de ser muy densos, para
que puedan compensar la escasa densidad de las rocas superficiales.
Fundándose en la composición de los meteoritos, que contienen gran proporción de hierro y
níquel, en el hecho de que las lavas volcánicas a medida que aumenta la profundidad a que se
encuentra el nido de magma son de densidad creciente, en la existencia del magnetismo
terrestre, que sólo puede atribuirse a la presencia de grandes masas de hierro, pues éste es casi
el único metal magnético, se ha supuesto que el núcleo terrestre está compuesto
preferentemente por níquel y hierro, en especial por este último metal, aunque tal vez
acompañen a ambos otros metales de densidad y propiedades análogas. La densidad del
hierro es de 7,7 y la del níquel de 9, pero teniendo en cuenta las presiones a que los dos
cuerpos se hallan sometidos en la porción más profunda del globo, se ha atribuido a ésta la
densidad de 10. En vez de núcleo se le ha llamado también Nife (palabra compuesta de los
símbolos del níquel Ni y del hierro Fe), y se le ha asignado un espesor superior a la mitad del
radio de la Tierra.
Una mesosfera (zona intermedia) envuelve al núcleo y constituye una región de transición
entre éste y la capa plástica que soporta a la corteza terrestre. Se atribuyen al núcleo altas
temperaturas (probablemente de 4.000° ó más), y se supone que su porción interna es líquida o
se comporta como un líquido, según lo prueba la propagación de las ondas determinadas por
los terremotos.