GEOGRAFIA FISICA - La atmósfera y los climas
TIPOS DE CLIMA
No hay dos lugares de la Tierra por más próximos que se hallen uno del otro que tengan el
mismo clima. En las ciudades, por ejemplo, las habitaciones tienen un clima distinto al que
reina en la calle; y hasta en una misma casa solemos comprobar que una habitación es más fría
o más húmeda que otra.
De todas maneras, se puede hablar de una semejanza del clima de diversos lugares; de este
modo se llega a establecer distintas zonas de clima. Por ejemplo, en una alta montaña situada
en la región ecuatorial (el Kilimandjaro, de Africa, por ejemplo), encontramos un clima casi
netamente ecuatorial en la base; a éste sigue un clima templado que caracteriza la región de
altura media, y finalmente domina el clima frío, que llega a ser glacial en la misma cumbre,
coronada por nieves perpetuas (nieves que no se derriten nunca).
Cada zona física tiene un clima bien determinado. Para simplificar, agruparemos los distintos
tipos de clima conocidos de la siguiente manera:
1. CLIMAS FRIOS, que pueden tener verano templado (por ejemplo, el norte de Rusia europea)
o carecer de él (interior de Groenlandia). Esta última modalidad del clima se llama polar y
reina en las tierras árticas y principalmente en la Antártida.
2. CLIMAS TEMPLADOS, que pueden carecer de una verdadera estación fría (caso de las islas
Canarias) o tener un invierno bien caracterizado (caso de la Patagonia argentina). Una
variedad interesante de clima templado es el mediterráneo, que reina especialmente en las
comarcas que rodean el mar europeo que lleva tal denominación (gran parte de Italia, porción
oriental y meridional de España, etc.); se caracteriza por sus veranos secos y calurosos y los
inviernos templados.
3. CLIMAS CALIDOS, que reinan a ambos lados del ecuador, comprendiendo las variedades
de clima ecuatorial, que se caracteriza sobre todo por las temperaturas constantemente
elevadas (que con todo casi nunca pasan de 30°) , una pluviosidad notable con ausencia de una
estación seca bien definida y movimientos ascensionales de las masas de aire sobrecalentado,
que dan origen a precipitaciones frecuentes; y clima tropical, en el que las lluvias caen
especialmente en las épocas correspondientes al pasaje del Sol por el cenit (punto más alto de
lo que llamamos vulgarmente cielo).
El clima típicamente ecuatorial se puede hallar dentro de una franja limitada por los paralelos
10° Norte y 10° Sur, en regiones como la Amazonia, en América del Sur; en la Guinea y el
Congo (Africa) y en la Malasia.
Cada uno de los tipos de clima indicados tiene una modalidad marítima o continental. En los
primeros las oscilaciones anuales de la temperatura están muy atenuadas por la proximidad al
mar.
Los climas desérticos están determinados por la escasez de humedad, lo que trae en
consecuencia una gran oscilación diurna de las temperaturas, escasez de vegetación, pobreza
de la fauna, dominio de la erosión producida por los rayos solares y por el aire en movimiento
(erosión eólica). Existen desiertos tropicales como el extenso Sahara, de Africa, y
extratropicales como el de Gobi (Asia), caracterizados por inviernos sumamente fríos.
Desiertos de un tipo particular son los salinos, como, por ejemplo, una buena parte del norte
de Chile, donde aparte de la sal común aparecen el salitre y otros depósitos procedentes
probablemente de antiguos lagos desecados.
Ya hemos dicho que las oscilaciones de temperatura en los desiertos se deben
fundamentalmente a la falta de una verdadera cortina de humedad; con la misma facilidad con
que el calor solar es absorbido durante el día, se pierde en el espacio al llegar la noche.