GANADERIA - Sistemas de explotación
PRODUCCION Y COMERCIALIZACION DEL GANADO
Como dijimos, la productividad, y por ende la comercialización del ganado, se orienta hacia
distintas finalidades, de acuerdo con las aptitudes de las razas y sistemas de explotación.
Con las diferencias propias para cada especie, se puede decir que la producción y el comercio se
realizan de acuerdo con tres procesos distintos: cría, engorde y venta.
CRIA. — Se efectúa en forma extensiva en las estancias, con la finalidad de que la producción
alcance para efectuar los reemplazos de vientres que se eliminan por edad, calidad o defectos; el
resto se comercializa.
En los bovinos, los productos excedentes se venden a distinta edad (mamones, terneros,
novillitos, terneras, vaquillonas).
De los ovinos, se venden los corderos y ovejas excedentes, o bien se reservan como capones
hasta obtener una cosecha de lana, y luego se los envía, gordos, a plaza.
En los equinos, los potrillos raramente se comercializan antes de dos años, es decir, antes de su
doma.
En los porcinos, la venta se realiza a temprana edad, cuando lechones, o bien como capones,
antes de cumplir un año.
ENGORDE. — Pasado el período de amamantamiento y efectuado el destete, los animales de las
especies bovina, ovina y porcina, son sometidos a procesos de invernada o cebamiento para
lograr el máximo de peso y rendimiento en el menor tiempo posible.
Los bovinos rara vez son engordados en los propios establecimientos de cría, sino que son
llevados a zonas de pastoreo aptas para su terminación. Para ello se siguen sistemas extensivos
en praderas artificiales, o semiintensivos, en las mismas condiciones, con el agregado de
raciones suplementarias. -
Los porcinos también tienen una evolución rápida, y su engorde en gran escala se obtiene en
praderas alfalfa-das, con raciones suplementarias de maíz y otros granos; la explotación es
intensiva cuando se practica como complemento de la industria lechera, o en las granjas.
VENTA. — La comercialización de los animales se realiza en dos formas: venta particular, en el
propio establecimiento, con destino a frigoríficos, mataderos, etc., y para engorde o cría; o bien,
en pública subasta, remitiéndolos a los mercados de haciendas, remates, ferias o en remates
especiales.
