Textos    |    Libros Gratis    |    Recetas

 

.
FILOSOFIA - La filosofía en el siglo XX
LA FILOSOFIA NEOKANTIANA Y NEOHEGELIANA
ROCE Y GENTILE; GREEN Y BRADLEY. — La filosofía neohegeliana cuenta con dos eminentes
pensadores en Italia: Croce y Gentile; y con dos eminentes pensadores en Inglaterra: Green y
Bradley.
BENEDETPO ROCE (nacido en 1866, Estética; Lógica; Filosofía Práctica) combate la filosofía
positivista, renovando la doctrina hegeliana. Para él se divide la filosofía en Estética, Lógica y
Filosofía práctica. Esta, a su vez, comprende la ética y la económica.
El arte es, de consuno, intuición y expresión de lo singular; es, por tanto, lenguaje, ya que no es
posible intuir sin expresar. "El fantasma estético existe en el alma del artista que lo crea y existe
sólo en cuanto es creado de nuevo por los otros; no en el objeto exterior como tal, en el lienzo, en
la estatua, en el libro, que es sólo un conjunto de medios prácticos para poder comunicar a los
otros y evocar en nosotros mismos aquella creación".
Como intuición y expresión de lo singular, el arte es el primer grado de conocimiento, pero el
espíritu también es capaz de captar el concepto de lo universal. Tocante a este último, hay que
distinguir entre la forma abstracta que poseen los conceptos de las ciencias naturales y la
plenitud de sus determinaciones que tiene el concepto filosófico, esto es, en cuanto incluye en sí
y eleva a un grado más alto de verdad las intuiciones individuales, contemplándolas en el
contenido de la vida universal. Es éste el verdadero concepto filosófico que es justamente
histórico, toda vez que la filosofía no debe reflejar una verdad acabada, fijada en la eternidad
olímpica de las ideas, sino que ha de suministrar, por el contrario, la verdad concreta, aun en su
aspecto individual que se transforma en todo momento. La Filosofía se identifica, así, con la
historia.
Los universales concretos de la filosofía (o de la historia) son los verdaderos conceptos; los
esquemas, a que llegan las ciencias naturales y las matemáticas, no son otra cosa que seudo
conceptos, los cuales tienen sólo un valor práctico de economía mental.
Entre economía y estética existe parecida relación. "El momento económico del espíritu es la
volición que tiene por mira lo útil, el interés individual; en el momento moral el espíritu se eleva
a la voluntad de lo universal, sin dejar por ello de buscar el propio interés, porque lo universal
no se puede realizar sino en una determinada forma individual".
En suma, el momento ético del espíritu implica la actividad económica, la cual contrariamente
puede existir por sí sin forma moral; de la misma manera que el concepto (filosofía) implica la
intuición (arte), mas el arte puede subsistir por sí en la forma lírica pura sin conceptos, corno es
evidente en la música.
Esta relación entre economía y ética, por un lado, y entre arte y filosofía, por otro, es lo que
Croce llama dialéctica de los distintos, para distinguirla de la dialéctica de los opuestos de Hegel
(Ensayo sobre Hegel, 1907).
GIOVANNI GENTILE (nacido en 1875; Teoría general del espíritu como acto puro) es asimismo
un relevante neohegeliano. Concibe la filosofía como un acto puro del pensar (actualismo). El
acto creador del espíritu no es nada trascendental a la conciencia; pues todo cuanto es de algún
modo, inclusive lo que es representado como externo y ajeno, es en y por el sujeto que se lo
representa. "En el espíritu se identifican la forma y el contenido concreto, pues lo absoluto
espiritual no es más que el acto puro que se realiza en el curso concreto de la realidad".
La filosofía es la síntesis de arte y religión, vale decir, el momento superior y definitivo de una
oposición entre lo subjetivo y lo objetivo, unidad de orden más elevado que conserva, empero,
cada una de sus partes integrantes.
También en Inglaterra se renovó la filosofía de Hegel con ocasión de una lucha violenta contra el
positivismo. TOMAS HIEL GREEN (1836-1882) inaugura esta renovación. FRANCISCO
HERBERT BRADLEY (1864-1924) logra darle su mejor expresión. En su libro Apariencia y
Realidad, hace ver que el conocimiento de las cosas es un conocimiento lleno de contradicciones
y que para eludir esta insatisfacción hay que refugiarse más allá del pensamiento abstracto en
una forma de experiencia vivida que lo contenga todo en sí conciliadoramente.